Redacción: Central
Este domingo se celebró la entrega número 74 de los Golden Globes, en la que Meryl Streep dio un gran speech en favor de la diversidad (y contra Donald Trump), pero aquí te dejamos más momentos que se robaron nuestro corazón y nuestras carcajadas.
1. Introducción con Jimmy Fallon como protagonista
Con la participación de varios famosos y Justin Timberlake bailando con el comediante al estilo de La La Land, esta producción también necesita una categoría para que gane su propio premio.
2. El beso entre Ryan Reynolds y Andrew Garfield
Cuando Ryan Gosling obtuvo el premio a mejor actor en musical o comedia por La La Land, su contendiente Ryan Reynolds y Andrew Garfield, nominado a mejor actor en película dramática, se besaron en la boca, robándole un poquito el show.
2. El conmovedor discurso de Ryan Gosling
Después de bromear con que lo confunden con Ryan Reynolds y llamar su atención, el protagonista de La La Land aseguró que si pudiera dividiría el premio con Emma Stone, coestrella de la película, y Damien Chazelle, el director.
Concluyó dedicándole el premio a su esposa, Eva Mendes, porque mientras él vivía uno de los momentos más espectaculares de su carrera, ella criaba a su hija mientras estaba embarazada y apoyaba a su hermano en su lucha contra el cáncer. El discurso terminó con otra dedicatoria a sus hermosas hijas (nunca las hemos visto, pero seguro lo son) y a su fallecido cuñado.
4. El tributo a Carrie Fisher y Debbie Reynolds
Si no te conmueve, no tienes corazón. Aparte de ser grandes actrices y madre e hija, se ve que eran las mejores amigas, almas gemelas y más.
5. El momento más incómodo de la noche: todos somos Emma Stone
La La Land ganó el premio a mejor película musical o de comedia (y todos los demás a los que estaba nominada), y esto le dio a Emma Stone, su protagonista, el momento más raro de la premiación, ya que cuando la actriz se abalanzó sobre Damien Chazelle, el director de la cinta, para felicitarlo, éste ya estaba abrazando a su novia y, bueno, la cosa fue muy extraña y Ryan Gosling también lo notó. Pero a cualquiera nos pasa, ¿no?