Redacción: Revista Central
Así lo afirma un estudio realizado por expertos de la Universidad Camilo José Cela de Madrid publicado en el Journal of American Medicine Association.
Los investigadores descubrieron que cuando te ejercitas durante esta etapa, evitas ganancia excesiva de peso, preeclampsia, diabetes gestacional, parto por cesárea, dolor lumbar e incontinencia urinaria.
En el caso del bebé disminuyes el riesgo de macrosomia fetal (bebés que nacen con un peso mayor a 4 kilos) y claro, cuando tú estás sana, el feto tendrá una muy buena salud también.
¿Cuánto ejercicio debes hacer?
La actividad física ideal es moderada. Los expertos señalan que es importante la combinación de trabajo aeróbico y de fuerza en cada sesión con una duración de 45 a 65 minutos durante tres o cuatro días a la semana.
Los pilates o yoga, no están asociados a estos beneficios físicos, sin embargo, mejora la salud mental y reduce el dolor.
Además los ejercicios que no están recomendados son aquellos que resulten extenuantes (90% frecuencia cardiaca máxima).
Estos pueden aumentar el riesgo de hipertemia, deshidratación o reducción del flujo uterino, acción que comprometería la salud fetal, indicó María Perales, autora principal del trabajo e investigadora del departamento de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.
De igual forma, las carreras de larga distancia, pesas y contracciones isométricas intensas, saltos, ejercicios con riesgo de impacto y caídas, o aquellos que se hacen boca arriba son los que no debes hacer.
¿Cuando y quienes pueden hacerlo?
A menos que presentes una contraindicación médica u obstétrica para la práctica de actividad física, esta no supone un riesgo de parto prematuro, bajo peso al nacer o estrés fetal.
Puedes iniciarla a partir de la semana nueve a 12 de gestación hasta la semana 38 0 39. De acuerdo con Perales, los ejercicios no sólo deben realizarse por gestantes sanas, sino también por mujeres sedentarias. Así que ya lo sabes, para hacer ejercicio, nunca es mal momento.