Por Brisa Granados
¿Cuáles fueron los mayores retos de la realización de “El Chapo”?
Que se hicieron las tres temporadas seguidas. Filmamos todo el año sin parar, teníamos unas cuantas semanas entre temporadas para producir la siguiente. Al principio fue un proceso normal porque entramos de guiones, preproducción, producción y edición; pero cuando empezó la segunda temporada todo se empalmó: los guiones de la tercera temporada, con la postproducción de la primera temporada, la preproducción de la segunda, y el rodaje de la segunda. Eran muchas cosas pasando al mismo tiempo; había 10 a 12 capítulos en diferentes etapas que teníamos que estar haciendo el mismo día. Entonces, tenerlo todo claro, yo creo que fue el mayor reto.
¿Cómo te animaste a hacer un proyecto tan arriesgado?
Yo creo que los que hacemos tele o cine, cualquier historia la vemos con el objetivo principal de entretener a la audiencia. Y podemos estar contando la historia de un narcotraficante, una comedia romántica o una película de terror, y en ese sentido para mí era como cualquier otro proyecto. Lógicamente tomamos nuestras medidas de seguridad, pues filmamos en Colombia en lugar de hacerlo en México, tratamos de ser respetuosos con la historia, no intentamos glorificar a los narcotraficantes, pero tampoco atacarlos. Estamos contando nuestra historia, entonces, creo que la combinación de eso nos dio la tranquilidad de seguir adelante con el proyecto.
¿Qué características debe tener un proyecto para que decidas producirlo?
Siempre será el guion lo más importante. Tú no puedes hacer una buena película o serie con un mal guion y este guión escrito por Silvana Aguirre, en mi opinión, es de lo mejor que he leído en mi vida en español y fue una forma fácil decirle que sí al proyecto.
Cuéntanos todos los detalles sobre “Deadtectives” y “Opening Night”:
“Opening Night” fue la penúltima película que hice, una comedia musical que se burla de los musicales, tiene a un cast bastante bueno de actores de comedias americanos, como Topher Grace. Todo lo filmamos en México, un día en Nueva York y 21 días en la CDMX. La película ha sido muy bien recibida, está en Netflix y en Itunes. “Deadtectives” fue la última cinta que hice antes del Chapo; es una comedia de terror, sobre un grupo de cazafantasmas que tienen un reality show, y hacen creer a los dueños de las casas que visitan que están embrujadas Pero un día aparece una productora mexicana, interpretada por Martha Higareda, que les propone que visiten otra casa está en Villa Hermosa, Tabasco, y cuando llegan piensan que van a ser otro de sus shows, pero realmente está embrujada y ahí empieza lo divertido. La idea es que te haga reír y te saque uno qu otro susto. Esa está en postproducción ahorita, estamos terminándola y todavía no sabemos en qué plataforma sale, ni cuándo.
¿Qué más quieres compartir con los lectores de revista Central?
Siento que en México, antes de que saliera la primera temporada de “El Chapo”, mucha gente pensó que estábamos haciendo una apología al delito y una de estas series en donde glorificamos a los narcos. No es eso, es una serie de televisión, filmada como una serie que estás acostumbrado a en Estados Unidos, hemos tratado con cuidado la historia en todos los aspectos. Es una serie mucho más política. Es difícil contar la historia de la política, del gobierno, del país, sin hablar del narco y entonces los invito a verla porque es una propuesta distinta a lo que están acostumbrados.