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La mexicana que se suicidó en Notre Dame

Por: Redacción Central 16 abril 2019 • 1 minutos de lectura

Antonieta Rivas Mercado fue una escritora mexicana que se quitó la vida dentro de la Catedral de Notre Dame, ¡por amor!

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Antonieta Rivas
Antonieta Rivas

Por Brisa Granados

María Antonieta Valeria Rivas Castellanos nació el 28 de abril de 1900, fue hija de Matilde Castellanos Haaf y del arquitecto Antonio Rivas Mercado, autor de El Ángel de la Independencia, y de otros monumentos y edificios históricos del porfiriato. Es considerada un icono cultural del siglo XX en México, por su trabajo como escritora, impulsora de la cultura y activista en pro de los derechos de la mujer.

Antonieta estudió danza y ballet desde pequeña. A los ocho años le ofrecieron ser pate del ballet de Francia peor su papá se rehusó, pues no podían mudarse a dicha ciudad. Antonieta aprendió a hablar inglés, francés, alemán, italiano y griego.

A los 18 años se casó con Albert Edward Blair, él estaba muy celos de la amistad de su esposa con el pintor Diego Rivera y terminaron divorciándose.

Antonieta Rivas
Antonieta Rivas

Antonieta fundó el Teatro Ulises y formó el patronato de la Orquesta Sinfónica de México, bajo la dirección de Carlos Chávez. Fue la impulsora de personajes como Andrés Henestrosa, Xavier Villaurrutia, Salvador Novo, Gilberto Owen, Celestino Gorostiza, María Tereza Montoya, Roberto Montenegro, Julio Castellanos, Lupe Medina de Ortega, Clementina Otero, Carlos Luquín, Jiménez Rueda y el pintor Manuel Rodríguez Lozano, uno de sus grande amores.

En 1929 Antonieta conoció a José Vasconcelos, quien regresaba de Estados Unidos para postularse como candidato a la presidencia mexicana, ella lo apoyó en este proceso, poniendo su fortuna y corazón a su disposición.

Antonieta y José se convirtieron en amantes. La noche anterior a su suicidio ella le preguntó a Vasconcelos en el cuarto de hotel que compartían: “Dime si en verdad me necesitas”. Él, sin entender la importancia del cuestionamiento le contestó: “Ninguna alma necesita de otra, nadie, ni hombre, ni mujer, necesita más que a Dios, cada uno tiene su destino comprometido con el creador”.

José Vasconcelos
José Vasconcelos

Al día siguiente (11 de febrero de 1931), Antonieta fue a la Catedral de Notre Dame, se sentó en el extremo izquierdo de una banca, frente a la imagen de Jesucristo crucificado, sacó de su bolso de mano la pistola de Vasconcelos y se disparó en el corazón.

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