Por Brisa Granados
Amparín Serrano nació el 31 de octubre de 1965. “El día de las brujas y tengo un común denominador con ellas: no soy muy terrestre, me gusta estar volando y dar rienda suelta a la imaginación”, ha comentado la empresaria, hija de la filántropa Amparo Espinosa Rugarcía y nieta del banquero Manuel Espinosa Yglesias.
Desde niña sobresalía por vestir de colores chillantes, porque ella misma se cortaba el pelo y usaba pelucas. Tomó clases de pintura. Su mamá la dejaba pintar por todos los rincones de su casa, siempre traía un plumón en la mano.
En aquella época fue extra de la telenovela “Mundo de Juguete”.
Hay dos cosas que marcaron su adolescencia: el divorcio de sus papás y su despido del grupo Flans. “Después de estar dos años en el grupo la productora decidió correrme justo antes de grabar el primer disco. Para mí fue un trancazo porque toda la seguridad que tenía la perdí por completo, haz de cuenta que me quitaron la columna vertebral, y lo peor fue ver el éxito que tuvieron durante cuatro años. Fue una tortura para mí, dolorosísimo, más que el divorcio de mis papás”, platicó durante una entrevista Amparín.
Amparín no se dio por vencida con el tema de la música y también fue parte del dueto de pop Media Luna. El grupo duró los últimos años de los 80 y despareció. Algunos de sus temas más conocidos son “La Luna” y “Dime por qué” y “Sueños”.
Amparín estudió diseño en la Universidad Anáhuac. “Ahora creo al 100% el cursi dicho de que las cosas pasan por algo. Qué bueno que me corrieron de donde me debían corre y qué bueno que estudié diseño porque fue la carrera perfecta para mí”, ha comentado la empresaria.
Después se casó con el empresario estadounidense David West y se mudó a Nueva York. Estando allá decidió tomar clases de cerámica. Un día le pintó un plato a su esposo contando la historia de cómo se conocieron, se lo presumieron a sus amigos y comenzaron a pedirle piezas.
Distroller comenzó como una tienda de regalos originales, hechos a mano y con una inversión inicial de 100 mil pesos. Ahí Amparín vendía vajillas, portarretratos y objetos de madera. Después comenzó a hacer diseños basados en la Virgen de Guadalupe, acompañados de frases como “Virgencita plis cuídame” o “Virgencita plis cuida mi lana”. Desde ese momento su marca comenzó a ser reconocida, no sólo en México, sino en Latinoamérica, Estados Unidos y Europa.
Pronto, Distroller tenía 15 boutiques y más de 30 puntos de venta dentro de otros almacenes, distribuidos entre México y Estados Unidos.
Amparín era mamá de Minnie West, actriz y cantante, y de Camila, quien a su vez es mamá de Manola, de un año de edad.
Sin embargo, el 12 de agosto se dio a conocer la triste noticia de la muerte de Amparín Serrano a sus 57 años después de un accidente que la mantuvo en el hospital. Su hija Camila compartió una triste despedida a través de sus stories de Instagram.
Revista Central se une al sentido pésame por la pérdida de esta gran mujer, diseñadora, empresaria y madre.
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