Por: Bianca Pescador
Como propósito de año nuevo, en 2013, Yovana Mendoza dejó tres cosas de la noche a la mañana: el alcohol, el café y el cigarro. “Eran las sustancias que yo usaba como ‘drogas’ para calmar ciertos sentimientos y emociones. Al mes de dejarlas me sentía mal, así que mi papá me recomendó ir al Optimal Health Institute de San Diego”, nos dijo Yovana, de 26 años, quien estudió Negocios Internacionales en París.
En el instituto comprobó los beneficios de la alimentación crudivegana. “En ese lugar te hablan de la importancia de desintoxicar la mente, las emociones, los pensamientos; cómo conectarte con tu espíritu a través de la meditación, todo combinado con una alimentación saludable, ¡y me encantó! Fue la respuesta a todos mis problemas”, comentó la también health coach.Después de hacer un detox, sintió una mejoría impresionante en todos los sentidos: “Empecé a sentir muchísima vitalidad, claridad mental, paz, menos ansiedad, energía para hacer ejercicio; mi sistema digestivo mejoró y me desinflamé porque eliminé también los alimentos altos en sodio. Eso me motivó a seguir adelante en este camino”. Y aunque nunca fue fan de la comida chatarra, sí renunció a los lácteos y otros alimentos de origen animal. “Mi cambio fue radical, lo cual no le recomiendo a todas las personas; la mayoría necesita una transición”.
PIEL RADIENTE, FIGURA ESCULTURAL
Si bien la pérdida de peso es algo que se dio por añadidura, Yovana aseguró que no es el principal beneficio ni la razón por la que uno debería cambiar sus hábitos alimentarios. “Si usas este estilo de vida como una dieta, y después regresas a lo que usualmente comes, es normal que haya un rebote”, expresó la blogger, “pero si empiezas a incluir más frutas y verduras en tu día a día, automáticamente vas a dejar de consumir otros alimentos dañinos para tu salud”.
Hablando de antojos, la realidad es que no los padece: “Ya hay tantas opciones crudiveganas que no siento la necesidad de consumir alimentos que no le caen bien a mi cuerpo. Este movimiento está creciendo cada vez más, por lo que ya encuentras más productos saludables en las tiendas, lo cual está muy padre”.
LOS CAMBIOS Y LA FAMA
Aunque fue 100 % crudivegana durante algún tiempo, en la actualidad sí consume alimentos cocinados. “Antes me las arreglaba y llevaba mi comida a donde fuera, pero ahorita si voy a un restaurante pido verduras salteadas o al horno; arroz, frijol, tofu, soya… no pasa nada. La gama de alimentos que puedes consumir se abre muchísimo cuando simplemente optas por una dieta vegana”, afirmó.
¿Por qué el cambio? “Antes veía los alimentos cocinados como algo dañino y tóxico, pero luego quise experimentar con mi propio cuerpo, a ver cómo reaccionaba... ¡y siento que me estoy nutriendo! En estos tres años he aprendido que lo más importante es escuchar a tu cuerpo porque todos tenemos una bioidentidad diferente, y no nada más porque a alguien le sirve una dieta a ti también te va a funcionar. Cada organismo es distinto, por eso invito a los lectores a que prueben por ellos mismos desayunar un licuado, comer una ensalada, ¡seguro se van a enganchar!”.
Con miles de seguidores en sus redes sociales, Rawvana —su nombre artístico— ve la fama como resultado de lo que pasa cuando haces lo que te gusta con pasión y con el objetivo de ayudar a los demás. “Cuando cambié mi alimentación me apasioné muchísimo y decidí que el mundo entero tenía que saber del poder que tienen las frutas y las verduras. La fama no me la esperaba, pero me da gusto que las personas estén cada vez más inspiradas y motivadas a vivir de una forma más saludable. En las redes creces y creces cuando haces algo que a la gente le gusta y le es benéfico”.
REDES SOCIALES
@Rawvana
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