Redacción: Central
Aunque el otoño empieza a finales de septiembre, es en octubre cuando lo sentimos en todo su esplendor: Halloween, Día de Muertos y las lunas propias de este mes hacen que la estación sea la favorita de muchos. Sin embargo, la baja de la temperatura, entre otros factores, hace que algunos comiencen a sufrir la depresión estacional, que es propia del invierno.
El término ansiedad otoñal fue dado a conocer por Gene Scully en 2005 y, aunque no todos la padecen, hay algunas cosas que puedes hacer para evitarla, empezando por conocer qué es lo que la produce: la disminución de horas con luz de sol, el inicio de nuevos ciclos (pueden ser escolares o reinicio de actividades que dejamos durante el verano), las alergias y la baja de actividad física.
¿Cómo evitar la ansiedad otoñal? Para contrarrestar la disminución de horas con luz natural, te recomendamos tomar suplementos de vitamina D, cuya deficiencia está asociada con la ansiedad y la depresión; si eres propenso a las alergias, trátalas, ya que éstas no sólo aparecen cuando hay alto índice de polen (primavera), sino también cuando éste baja.
Quienes suelen hacer ejercicio en exterior encuentran más complicado continuar con el régimen en otoño, debido al clima y a las horas de luz; si este es tu caso, no importa que bajes el ritmo, pero procura al menos caminar durante 10 minutos cada día. Y recuerda, si tienes suficiente estrés con el inicio de semestre, la escuela de los niños, terminar los propósitos de Año Nuevo o planear las vacaciones de fin de año, no tienes por qué agregar más actividades a tu agenda. Decir que no a veces es buena opción.
Relájate, respira hondo y recuerda que las festividades del último trimestre del año son para pasarla bien, si alguna te causa estrés no tienes por qué llevarla a cabo al pie de la letra.