Por: Iliana Furlong
Cuando los seres humanos experimentamos una relación en armonía con alguien más tendemos a idealizarla. Al confiar en la otra persona pensamos que nunca nos va a fallar y que no va a cambiar, pero cuando esto sucede sentimos frustración de la cual se derivan sensaciones de enojo, tristeza, decepción, ira. Para dejar de sentirnos así debemos de soltar las ideas que tenemos de las personas y tratar de verlas como realmente son para lidiar con las emociones y curar el corazón.
1. Prepara: busca un lugar tranquilo
Toma una postura que te sea cómoda, puedes acostarte o sentarte pero lo más recomendable es un cojín de meditación en el piso para que éste cuide la postura de tu espalda.
2. Enfrenta: lo siguiente es ubicar el problema
Analizar y aceptar qué es lo que te hace sentir mal para que puedas soltarlo, dejarlo ir y liberarte de él. Una vez que sepas qué persona fue y cuándo estás listo para empezar.
3. Medita: cierra los ojos y concéntrate en tu respiración, deja a un lado cualquier pendiente o preocupación
Continúa respirando profundamente por unos tres minutos más hasta que tengas la mente relajada.
4. Repara: es tiempo de curar
Crea una imagen afligida de ti mismo, en particular de algo que te haya hecho sentir una decepción, le darás un espacio y observarás el dolor, toma la determinación de cuidarte, piensa que tu único guardián eres tú mismo, el que tiene la valentía para controlar tus emociones.
5. Listo
Cuando logres sentir una compasión espontánea, es momento de imaginar que lo que visualizas se esfuma y se convierte en luz que irradias. Esto te dará una sensación de paz, cariño y tranquilidad: quédate con eso y abre los ojos lentamente.
La Cueva del Yogui
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