¿Qué tan benéfica o dañina es el azúcar?

Por: Iliana Furlong

Desde hace ya varios años la Secretaría de Salud ha promovido que el Congreso acepte aplicar un impuesto extra a las bebidas que contengan cierta cantidad de azúcar, incluso trataron de impedir que algunos productos se vendieran en cafeterías y tiendas dentro de las escuelas para disminuir su consumo y fomentar hábitos alimenticios sanos. En la actualidad, según las cifras del Instituto Nacional de Salud Pública, México ocupa el tercer lugar a nivel mundial en consumo de azúcar y cada año se registran 24,000 muertes relacionadas con esto.

Sin embargo, la glucosa representa la principal fuente de energía para el cuerpo; todos los órganos dependen de esta para desarrollar sus funciones principales; entonces ¿por qué la satanizan?

Se ha llegado a decir que el consumo de azúcar puede ser adictivo, pues al llegar al torrente sanguíneo se experimenta un rush de hiperactividad. Estudios de la Universidad de Duke en Carolina del Norte, hechos en ratones de laboratorio, descubrieron que estos se habían vuelto adictos al azúcar.

Los entrenaron a estos animales para que por medio de una palanca pudieran recibir pequeñas dosis de azúcar entre sus alimentos, después de un tiempo lograron ver que no todos los ratones se engancharon con el habito, pero los que sí fueron receptivos, apretaban la palanca unas horas después de su ultimo consumo para obtener más azúcar, la acción la realizaban aproximadamente cada 3 horas. ¿Por qué sucede esto? El problema está en que máximo tres horas después de su ingesta el cerebro volverá a pedirlo. Una vez que se consume azúcar en exceso, el cuerpo la absorbe y se registra un pico de glucosa en la sangre.

Para nivelar este exceso, el cuerpo segregará más insulina, lo que bajará de manera drástica los niveles de glucosa en la sangre, por debajo de los niveles normales, lo que hará que el cerebro registre esta baja y segregue sustancias para que la persona consuma más alimentos.

Cuando esto sucede hay que controlar de inmediato, para evitar a futuro enfermedades como diabetes, sobrepeso y cardiovasculares. “Lo primero que hay que entender es que el azúcar no es mala. La clave está en saber qué consumir y cuánto”, aseguró el doctor Alfonso Gulías Herrero. Dejar de consumir azúcar pareciera una tarea sencilla, sin embargo, en la actualidad la mayoría de los alimentos procesados y empacados contienen azúcar añadida, y algunos engañan a los consumidores al disfrazarla con palabras como fructuosa, jarabe, sacarosa, sacarina; vocablos para diferentes tipos de azúcares. Es importante aprender a leer las etiquetas de información nutricional y evitar alimentos que la contengan en exceso. Debemos reeducar a nuestras papilas gustativas a los sabores naturales de cada alimento y rehabilitarlas de tantos saborizantes y edulcorantes con sabores falsos. Según la Organización Mundial de la Salud el máximo recomendado de ingesta de azúcar diaria es de 25g, aproximadamente seis cucharadas.