1. Conoce la forma de tu pie:
alineación y tipo de arco. Acude a una tienda especialista en deporte en donde tomen tu medida exacta para saber qué número necesitas y si es necesario que utilices algún tipo de plantilla para mejorar tu pisada.2. Calcetines: son súper importantes, se recomienda utilizar unos normales de algodón, ni muy delgados ni muy gruesos. Depende mucho del gusto de cada persona. Ten en cuenta que esto puede influir cuando escojas la medida de zapato adecuado, existen también algunos con tecnología dryfit que permiten tener el pie seco en todo momento.
3. Material: checa que sea de malla resistente al polvo y el agua –la mayoría lo son– y que permita transpirar, sobre todo los que son para entrenamiento físico de pesas y cardio; además se tiene que ajustar perfectamente al pie. Las que son para cualquier tipo de pie son las mejores, así que prueba con alguien más, si les acomoda a más de uno es que es la adecuada. Aunque también existen de lona, piel y otros materiales.
4. Flexibilidad: no debe ser extremadamente flexible. Prevé que sea ideal para la seguridad de tu pie, prueba hasta donde se dobla la punta, que no se levante totalmente pero tampoco que no se pueda mover. ¡Ni muy, muy ni tan, tan! Así evitarás esguinces y desgastes en músculos y tendones. Los muy flexibles son ideales para el baile, algunos tipos de yoga y el box.
5. Agujetas o cordones: busca que tengan poco de elástico pero que sean muy resistentes y que se amarren fuerte para que no se desaten y den más soporte al pie. Las que se mantienen mayor tiempo atadas, dan mayor seguridad y previenen accidentes.
6. Lengüeta: tiene que ser flexible y con movimiento para que le de libertad al pie, permita ajustar el zapato según la forma del empeine; entre más suaves y ligeras mucho mejor. Las más adaptables son ideales para todo tipo de deporte, desde el de alto impacto hasta bicicleta fija o de montaña.
7. Suela: es muy importante conocer la tecnología de cada una, fíjate en las que ofrecen soporte y están hechas de varias capas, desde gel, hasta esponjas especiales e incluso aire capturado. Así tendrás un soporte adecuado en tobillos y dedos, sobre todo si los utilizarás para deportes de impacto como correr y ejercicios funcionales.
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