Redacción: Central
Hace un año exactamente se vivió un sismo de magnitud 7.2 que afectó severamente la zona centro del país. Edificios colapsados, gente que perdió su casa, su auto e, incluso, su familia. Vimos en redes sociales cientos de imágenes del caos que este sismo causó, uno que nos recordó el poder de la naturaleza y lo mal preparados que estamos para una situación como esta.
Sin embargo, a un año de este fenómeno, hay gente que aún sigue sintiendo los estragos, mismos que se traducen en depresión, insomnio e incluso culpa. Nos dimos a la tarea de buscar a un experto que nos contara sobre los daños que dejó el terremoto del 19S, pero en el ámbito psicológico. Por eso acudimos a la Clínica de Asistencia de la Sociedad Psicoanalítica de México (SPM), donde la psicoanalista Adriana Loyola Meléndez nos habló del “síndrome del superviviente” y el “estrés postraumático”.
Para empezar, nos comentó que en México “no existe tanto la cultura de la salud mental”, por lo que muchos pacientes cuando llegan es porque presentan síntomas muy severos.
Síndrome del superviviente
Para que exista un estrés postraumático, debe de existir un trauma o una situación donde el ser humano o la persona no pudo controlar la angustia y la ansiedad y sobrepasa los recursos internos para superar una situación conflictiva. Por ejemplo un temblor, una guerra, una situación traumática. Ahí se origina el síndrome del superviviente. La persona supera el trauma, y se llama así porque justamente sobrevive a la situación traumática.
Síntomas psicológicos y físicos
-Culpa y remordimiento (porque hubo gente que murió y yo sobreviví, por qué no me pasó lo mismo. No pude ayudar).
-Necesidad de castigo de manera inconsciente: A través de pensamientos recurrentes que llevan a la angustia y ansiedad.
-Depresión: pérdida de apetito, tristeza, la persona se empieza a aislar (muchas veces no se nota, son personas que se ven tristes sin razón aparente).
-La persona no puede desenvolverse de manera natural en sus aspectos personales.
Estrés post traumático
Como lo dice el nombre es una situación de mucho estrés y angustia, tanto física y emocional por una situación traumática que pasó y que se revive tanto en el cuerpo como en la mente. Puede tardar un tiempo en presentarse, días, incluso meses.
De hecho, el estrés pude llegar a ser mortal. Es algo que se va cargando y ante una situación se revive el trauma original y eso ocasiona que la ansiedad suba más. Al final el nivel de angustia y ansiedad pueden llegar a ser extremos, hasta generar un infarto.
Síntomas
-Depresión
-Pérdida de apetito
-Irritabilidad
-Problemas para dormir (a través de los sueños viven esta misma angustia).
Cómo lo supero
De acuerdo con Adriana hay que tener conciencia de la situación, de que hubo pérdidas y destrucción. No es malo sentirlo, recuerda que para poder superar algo hay que sacarlo, hay que hablar, porque poner en palabras algo que se está sintiendo por dentro ayuda a liberar. Como cualquier trauma es empezar a elaborarlo desde qué estamos sintiendo, buscar ayuda psicológica, y buscar redes de apoyo (familia, amigos que te ayuden a sentir tranquilo y seguro). Regresar a las rutinas poco a poco. Porque si no se hace después puede convertirse en una depresión crónica.