Redacción: Central
Después de sufrir de diabetes durante varios años, Syd Barrett murió de cáncer de páncreas el 7 de julio del 2006, a los 60 años de edad. Su certificado de defunción decía “músico retirado” como ocupación, aunque en realidad llevaba más de 30 años en ese supuesto retiro, ya que dejó Pink Floyd a finales de la década de los 60 por su comportamiento errático, consecuencia del uso de ciertas drogas, una supuesta esquizofrenia y depresión.
La corta carrera de Barrett constó del álbum debut de la agrupación inglesa, The Piper at the Gates of Dawn; una breve participación en A Saucerful of Secrets, disco sucesor; y un par de producciones solistas. Sin embargo, su influencia en el mundo de la música fue más allá y se institucionalizó como un ícono aunque no estuviera en activo en la música y sufriera de alucinaciones, lapsos de pérdida de memoria, cambios intensos de humor y periodos de catatonia.
De hecho, su persona nunca salió de la creatividad de Pink Floyd, prueba de esto es Wish You Were Here (1975), álbum de la banda inspirado en él. Barrett trabajó con ellos en la mezcla final de “Shine On You Crazy Diamond”, después de eso vio a sus excompañeros en contadas ocasiones. Ellos nunca lo olvidaron: el personaje que interpretó Bob Geldof en la ópera rock The Wall, también estaba inspirado en él y en su delicado estado mental.