Rocío García: “Cada vez me importa menos lo que opinen de mí”

Por Brisa Granados

¿Cómo te sentiste al dar vida el papel de Jenny nuevamente?

Hacer el mismo personaje, en nuevas circunstancias, es siempre un reto. Debía haber una congruencia entre el trabajo que hice en No Manches Frida, y en la secuela, pero tres años después, claramente vamos cambiando, no somos las mismas personas, y los personajes también crecen. Terminé la telenovela de Tv Azteca Tres familias, en la que interpreté a Marisa Mejorada Lezama, una mujer muy distinta (una niña bien), durante nueve meses, y al día siguiente, arranqué en el Strip Club con Jenny en No manches Frida 2. Tuve 24 horas para entrar en personaje, pero a la hora de ponerme su vestuario e interactuar con los personajes de Zequi (Omar Chaparro), Kalimán ( Pakey Vázquez), Romo (Memo Dorantes) y Cristóbal (Mario Morán) fue muy natural recordarla y fluir con ella, hablar y moverme como lo hacía ella. Jenny despertó y estoy muy agradecida de haber podido jugar a ser ella una vez más. No Manches Frida 2 fue un regalo que ninguno de nosotros esperábamos.

¿Qué es lo más difícil de interpretar a una personaje tan sexy?

Puede ser derribar los propios prejuicios. Sentirte cómoda con esa parte sexy y desfachatada que no tiene miedo al qué dirán, que no tiene filtro, que se muestra y que brilla sin ningún temor. Lo más difícil es interpretar esa libertad de forma honesta, ¡y libre!. En esta sociedad estamos muy acostumbradas a cargar con la opinión ajena y francamente a Jenny le importa muy poco lo que piensen, y a mí también cada vez me importa menos lo que opinen de mí. Creo que a todos nos vendría bien liberarnos. Saberte sexy es una cualidad y no hay nada mejor que estar cómodo en tu propia piel. Para interpretar a una stripper tuve que liberarme yo primero de mis propias inseguridades, y confiar en mi equipo de trabajo, el director, compañeros y en todo el crew.

¿Esperabas el éxito de ambas películas?

Cuando arranco un proyecto trato de no pensar en la resultante; claro que aspiro a tener éxito, pero sé que es una consecuencia y que también puede no serlo. No existe el éxito asegurado, pero lo que sí podemos controlar es la pasión, entrega y respeto hacia el trabajo. Todos filmamos esta película con mucho entusiasmo y generosidad. Nos convertimos en una familia y el motor de nuestro trabajo siempre fue el amor por lo que hacemos. La experiencia me ha enseñado que cuando las cosas se hacen con amor y fuera del ego, trascienden. No manches Frida y No manches Frida 2 son un ejemplo de esto y me siento profundamente agradecida con el público, que es finalmente el que hizo posible ésta secuela. Martha Higareda es una mujer que inspira a muchas otras en el medio y por supuesto mi gratitud se extiende a ella quien además de ser protagonista de ésta historia, es productora, y me eligió, después de trabajar con ella en la película Cásese quien pueda, y en la serie El Mariachi, para interpretar a Jenny en No Manches Frida. Las mujeres estamos despertando, nos estamos dando cuenta que unidas somos más fuertes, y ella es una mujer que nos ha abierto el camino a muchas otras.

¿Qué viene para ti ahora, qué proyectos tienes en puerta?

Estoy muy entusiasmada, ya que estoy trabajando en un nuevo proyecto cinematográfico, muy diferente a todo lo que he hecho antes, incursionando en otro género. Se trata de una película de terror, y hacer algo así estaba dentro de mi wish list como actriz. Estoy muy motivada y en un muy buen momento creativo, feliz por la apertura que está habiendo en la industria y en las oportunidades que están surgiendo para todos los artistas en México.

¿Cómo estás apoyando a Pablo Holman, tu novio, con el regreso de Kudai?

Kudai acaba de lanzar su nuevo disco, bajo el nombre Laberinto y ha sido un privilegio para mí ser testigo del proceso creativo de estos cuatro hermosos individuos. Los siento maduros, generosos y enfocados y estoy muy orgullosa de ellos. Yo apoyo a Pablo con todo el amor del mundo, es mi compañero y la base de nuestra relación ha sido la confianza y el apoyo en las decisiones que cada uno toma. Me siento tan afortunada de estar con un hombre que es un espejo de mis valores y objetivos de vida. Es un motor, y cuando siento que ya no puedo, él está siempre para tomar mi mano y recordarme que nada es imposible. Ha sido un camino intenso para ambos, un músico y una actriz siempre van a lidiar con la inestabilidad de la profesión, así que somos un apoyo constante el uno para el otro. Encontramos un equilibrio y somos realmente felices con tres años y medio de relación.

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