Por: Dafne Cruz Porchini*
Esta exposición originalmente se exhibió en El Colegio Nacional y ahora, después de 70 años y mucho tiempo de investigación, la recreamos con la integración de 43 pinturas, dibujos y acuarelas.
Algunas piezas forman parte del Instituto Nacional de Bellas Artes, el Museo de Arte Carrillo Gil, el Museo Nacional de Arte, el Instituto Cultural Cabañas y contamos con el apoyo de la familia Orozco, que nos prestó obra nunca antes exhibida.
En la muestra, Orozco adapta la crónica Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, de Bernal Díaz del Castillo, a la pintura. La exposición se caracteriza por el nivel de violencia entre dos grupos, pero también cuenta una historia donde no hay héroes ni villanos.
La exhibición no está dividida en núcleos porque el tema es uno, pero la historia comienza con el primer enfrentamiento entre indígenas y españoles, después la visualización de la religión y el sacrificio humano como parte de la cultura indígena y finalmente la derrota de los españoles en la toma de la Gran Tenochtitlán.
A pesar de que en las obras abundan escenas de guerra, heridos, cadáveres, fragmentos humanos, sangre y ceremonias prehispánicas, el pintor nos quiere enseñar que no hubo ni buenos ni malos, sino dolor y brutalidad entre ambos bandos.
Es muy interesante observar los recursos pictóricos utilizados por el artista. Varias de las obras son de gran formato y se caracterizan por el uso de una peculiar técnica llamada piroxilina, la cual se deriva de materiales sintéticos que incluso fueron empleados por la industria automotriz; al aplicar esta técnica en la tela se crean especiales contrastes de color y texturas que crean un efecto dramático, un claro ejemplo es la obra Indio vendado, del Instituto Cultural Cabañas.
Por otro lado, en los dibujos y las acuarelas de la muestra se evidencia el interésde Orozco por el cuerpo humano y las distintas formas de representarlo, por lo cual recurre a la fuerza de las diagonales y de grandes trazos.
Al ser miembro de la comunidad de El Colegio Nacional, conformada por intelectuales, escritores y científicos, vemos al Orozco interesado por los avances de la medicina. En Sacrificio humano, además de mostrar un rito prehispánico –la extracción de un corazón–, el pintor va más allá y expresa su interés por los métodos de la cirugía moderna.
La serie Los Teules concluye con la obra titulada La noche triste, pintura que refleja el sentimiento de derrota pero también funciona como profecía: la ciudad de los mexicas, la llamada Gran Tenochtitlán sería tomada por el ejército de Hernán Cortés poco tiempo después dando lugar a otro capítulo de la historia.
El pintor nos lleva por los momentos de la historia de México necesarios para entender la actualidad: de alguna u otra forma la violencia que prevalece en Los Teules no es distinta a la que vemos en nuestro vivir cotidiano.
Orozco y Los Teules (1947)
Dónde: Museo de Arte Carrillo Gil. Revolución 1608, San Ángel
Cuándo: Del 30 de agosto al 5 de noviembre
Horario: Mar-dom 10am-6pm
Precio: $45 público en general. Entrada libre estudiantes, profesores, INAPAM y menores de 12 años. Domingo gratis.
*Doctora en Historia del Arte por la UNAM. Fue Subdirectora de Curaduría del Museo Nacional de Arte (INBA) y actualmente trabaja en el Museo de Arte Carrillo Gil.
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