Por: Brisa Granados/ Foto: PhotoAMC
Vendedor de ropa y zapatos, albañil y recolector de tabaco, esos fueron los primeros trabajos del actor que hoy se acerca a la perfección. A los 54 años de edad, ha actuado en más de 50 películas, dirigido siete y producido 30; prácticamente es omnipotente en Hollywood. Querido, respetado y con ingresos de casi 60 millones de dólares al año, se sabe afortunado: “No hay nada de malo en ser George Clooney y si lo hubiera, no lo contaría. Nadie quiere oír las quejas de alguien que disfruta de la fama. La verdad, aprovecho la vida. Tengo una maravillosa casa en Italia y amigos increíbles, así que puedo tolerar cualquier contratiempo”.
Lo que mejor hace desde niño es luchar por las causas justas, algo que su papá, el periodista Nick Clooney, le inculcó muy bien. Él le enseñó el respeto a los demás; lo obligaba a pelear (incluso a golpes) con cualquiera que se atreviera a utilizar el término nigger o gentuza para referirse a un afroamericano, y lo presionaba para que ahorrara y comprara regalos para las familias más pobres de su comunidad. “Por muchos años me pareció injusto, pero ahora lo comprendo. Para mí son muy valiosos los consejos de mi viejo”, dijo el histrión a la revista Esquire.
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