Canelo Álvarez venció al final del octavo round a Billy Joe Saunders por la vía del knockout en el AT&T Stadium de Arlington, Texas y, además de retener sus títulos de peso supermediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), obtuvo el cinturón de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
Con un impresionante récord de 56 triunfos -38 por KO-, una derrota y dos empates y después de tantos cuestionamientos y críticas, creo que ya es hora de reconocer el lugar que se merece el tapatío en la historia del boxeo.
Al pugilista solamente le falta el título de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), que seguramente buscará en la tradicional función de septiembre ante Caleb Plant, y en caso de obtenerlo, se convertiría en el primer boxeador de la historia en apoderarse de los cuatro cinturones del peso supermediano.
Creo que es hora de aceptar que la carrera de Canelo Álvarez es digna de un histórico del boxeo mexicano.
Si esto no es suficiente para considerarlo dentro del top 5 de los mejores boxeadores mexicanos en la historia, ya no entiendo nada. “Es que pelea con puros bultos”; “es que elige sus rivales”; “es que no hay boxeadores buenos”… Y así podemos seguir con un sinfín de argumentos para descalificar los logros del Canelo.
En nuestro país, los ídolos provocan eso: O los amas, o los odias.
Eso sucede con las personas que llegan a la cima. Sucedió con Hugo Sánchez, el mejor futbolista de nuestro país, con Cuauhtémoc Blanco o con Javier “Chicharito” Hernández en los últimos años y ahora con el Canelo pasa lo mismo.
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Ojo, yo era uno de los que no creían en el boxeador; siempre pensé que era un producto armado gracias a la mercadotecnia, pero hay que aceptar que el mexicano ha evolucionado pelea a pelea a tal grado que hizo ver como un bulto a Billy Joe Saunders, un boxeador británico que sumaba 30 peleas sin perder hasta que se encontró con el campeón tapatío.
Además, el Canelo provoca que las familias se reúnan para ver sus peleas, ya sea en casa o en restaurantes, y eso sólo lo pueden hacer las grandes figuras del deporte. Juan Manuel Márquez, en el pasado reciente, o el mismísimo Julio César Chávez generaban este fenómeno mediático.
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También no podemos dejar fuera a su manager, Eddy Reynoso, quien se ha posicionado como uno de los mejores entrenadores del planeta, gracias a todo lo que ha conseguido junto al tapatío.
En conclusión, podrá no gustar el estilo de boxeo del Canelo, que está claro ha ido cambiando año con año: pasó de ser un noqueador nato a un boxeador maduro que va trabajando poco a poco a sus rivales hasta hacerlos caer, ya sea por KO o por decisión, pero creo que es hora de aceptar que la carrera de Canelo Álvarez es digna de un histórico del boxeo mexicano porque los argumentos ya existen. Y cuidado, porque si consigue unificar los cuatro títulos de pesos supermediano, no creo que exista argumento alguno para desacreditar su lugar en el olimpo del boxeo tricolor.