La mayoría de las personas estamos acostumbrados a llenar nuestro tiempo con muchas actividades y cuando hay espacios “muertos” en los que no estamos trabajando o haciendo alguna tarea específica sentimos que es una pérdida de tiempo.
Incluso nos provoca cierto nerviosismo o tensión, pues nuestra mente está acostumbrada a “girar” sin pausa, en torno a los logros y expectativas de los demás.
Lo anterior es porque el estar “con nosotros mismos” a veces nos asusta y causa ansiedad, sin embargo el dedicar tiempo a nuestra propia persona tiene muchos beneficios entre ellos el hacer una introspección que nos ayuda a desarrollar una forma de pensar más constructiva, a conocernos mejor y comprender más nuestras emociones y reacciones.
El conocerte mejor permite tener una mayor gestión emocional y mental y en consecuencia el saber afrontar mejor las situaciones que se nos presentan día a día, y que en algunas ocasiones nos rebasan.
La mayoría evita estar a solas sin estímulos externos constantes por miedo a encontrarse con sus pensamientos, recuerdos, heridas que son más fáciles de evitar cuando se está con gente o inmerso en una tediosa rutina.
Permitirse darse el espacio para “visitar” nuestro interior te ayuda a conocer tus virtudes y potenciarlas, es una forma de consentirnos y disfrutar de cosas que normalmente no hacemos.
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El tiempo que dediquemos específica y totalmente a nuestra persona es verdaderamente importante, aunque a veces no lo dimensionamos por estar inmersos en cumplir las expectativas de la sociedad (en el hogar, la escuela, el trabajo, la pareja, la familia, etc.) pues cuando nos definimos solamente por lo que hacemos perdemos de vista lo que somos en esencia e incluso postergamos indefinidamente nuestras metas personales.
Tú eres más que un “objeto” que utilizan otros para su propio beneficio (inconsciente o conscientemente), eres una persona con ideas brillantes, con metas, sentimientos y necesidades propias.
Si partimos de la aceptación de que todos merecemos tiempo y calidad de vida individual, será más fácil redirigir la energía hacia nosotros mismos.
Debemos cambiar la falaz idea de que pasar tiempo a solas es raro, aburrido e irredituable y la única manera de aprender y disfrutar a “estar en soledad” es haciéndolo.
Estamos rodeados de un conjunto de personas, en todos los ámbitos, que requieren de nuestra ayuda, tiempo e incluso descargar sus emociones, temores, daños e inquietudes, pero debemos aprender paulatinamente a decir no, a poner límites, a comunicar directamente, y sin dejar lugar a dudas, aquello en lo que apoyaremos y en lo que no, de tal forma que los demás respeten nuestra postura y no intenten influir para cambiarlo.
Es muy importante estar convencidos de que la persona más importante de nuestra vida somos nosotros mismos. Si esto es algo muy complicado para ti y no te sientes capaz de visualizarlo, busca ayuda profesional, porque el lograrlo cambiará tu vida al instante.
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Sandra Schaffer *
Directora del Centro Psicoaprende y de la Fundación de Neurociencias para el Desarrollo Integral del Individuo.
Licenciatura en Educación Especial. Maestría en Problemas de Aprendizaje y Lenguaje y Diagnóstico Diferencial. Especialidad en el Trastorno por Déficit de Atención. Especialidad en Neurociencias y en el Tratamiento de Biofeedback y Neurofeedback.
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