La risa es súper contagiosa, una reacción normal que se tiene cuando algo nos causa gracia, sin embargo, en ocasiones suele aparecer en los momentos menos oportunos, incluso cuando estamos nerviosos. ¿Por qué sucede?
¿Risa nerviosa?
La risa nerviosa usualmente es una respuesta que tenemos ante situaciones de estrés o incómodas, de acuerdo con especialistas, es una forma para aliviar la tensión. En pocas palabras, funciona como mecanismo de defensa para contrarrestar emociones que provocan dolor y situaciones que no sabemos manejar.
Según datos del neurocientífico VS Ramachandran, el objetivo principal de la risa desde el inicio de las sociedades humanas era demostrar que la persona o situación de la que se reían no les representaba una amenaza.
Evita la ansiedad y es una forma de regulación emocional que mantiene el correcto funcionamiento cognitivo ante una situación perturbadora.
En la antigüedad, la risa les ayudaba a no estar asustados o preocupados. Es quizás también, por lo que ahora tenemos esa misma reacción cuando conocemos a alguien nuevo, sonreímos para mostrar simpatía.
El investigador Robert R. Provine en su material: La risa: una investigación científica, dice que en el 80 por ciento de los casos, la risa no es causada por situaciones divertidas.
Aunque la risa nerviosa funciona como un mecanismo de defensa, puede dificultar las relaciones con otras personas, así como la construcción de nuevas conexiones.
Aunque no se tenga la intención de provocar incomodidad, herir o confundir los sentimientos de las demás personas ya que puede llegar a suceder en situaciones difíciles o tristes.
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De acuerdo con Ramachandran, la risa nerviosa nos hace pensar que no nos encontramos ante una situación tan terrible como parece, o al menos eso es lo que elegimos creer. Nos ayuda a recuperar del trauma para reemplazar el dolor con una emoción más baja.
Para Joe Nowinski, en su artículo Dimorphous Expression of Positive Emotion, la risa nerviosa puede descargar la energía negativa de la ansiedad, ayudándonos a calmarnos.
Ya sea que las personas sientan emociones extremadamente edificantes o angustiosas, que pueden amenazar el funcionamiento adaptativo, la risa es un mecanismo capaz de restaurar su equilibrio emocional u homeostasis.
Por su parte, el especialista Alex Lickerman, mencionó que la risa nerviosa es sinónimo de resiliencia, al tomar esta risa como un mecanismo de defensa maduro, al percibir los aspectos “malos” de la vida con humor.
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Pese a todo lo que hemos creído sobre la risa nerviosa, no es tan mala como parece.
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