Andermatt encarna el espíritu de Suiza. Bello y típico, este municipio es conocido por sus altos picos, profundos cañones, cascadas y lagos de montaña cristalinos. En verano, nos dejamos llevar por sus deslumbrantes paisajes, disfrutando de las idílicas rutas de senderismo; en invierno, la nieve confiable lo convierte en el lugar perfecto para deportes invernales.
Ubicado en las encrucijadas del río Rin y el Ródano y en la intersección de cuatro valles que forman una ruta cruzada alpina crucial, es un maravilloso destino repleto de iglesias y chalets tradicionales.
En este destino, el Chedi Andermatt ofrece un entorno de montaña idílico dentro de un mundo de lujo absoluto. Miembro de The Leading Hotels of the World, su arquitectura combina elementos orientales y occidentales –fue diseñado por el arquitecto Jean-Michel Gathy, quien ha trabajado en proyectos con Aman y One & Only.
La palabra “Chedi” significa “templo” en tailandés y, fiel a su nombre, nos sumerge en un estado de relajación pura. El exterior se ve como un tradicional chalet de madera y el interior combina la elegancia alpina con toques de diseño asiático moderno, que se extienden por todo el hotel, el spa y las habitaciones.
Actualmente solo hay cinco hoteles Chedi en el mundo: en Montenegro, Omán, India, Emiratos Árabes y, claro, Andermatt en Suiza. Cada uno de los hoteles Chedi cuenta con diseños elegantes y contemporáneos interpretados con respeto por la cultura del lugar, la historia y los entornos: la autenticidad es clave.
Chedi Andermatt me deleitó con el excelente arte culinario de The Restaurant, donde el chef de cocina, Armin Egli, crea platillos de cuatro cocinas diferentes y refinadas que muestran influencias asiáticas y europeas. Rodeada de aromas exquisitos, observé cómo se preparaban los alimentos directamente frente a mí. The Restaurant tiene 14 puntos Gault Millau y es fascinante no solo por su excelente cocina sino también por su ambiente único. Un particular punto culminante en The Restaurant es The Wine and Cheese Cellar: a cinco metros de altura atrae a los conocedores del queso, quienes nos maravillamos con sus delicias a través de las paredes de vidrio.
En este bellísimo destino nos dejamos llevar por el espíritu “Chedi”, la combinación perfecta de Alpine Chic y expresión asiática. El poder del silencio de las montañas circundantes nos transporta a un mundo de serenidad, donde los paisajes alpinos impresionantes nos roban el aliento.
