La capital de Campeche, San Francisco de Campeche es considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999, gracias a su enorme riqueza histórica y cultural, en la que figuran una larga lista de leyendas sobre temibles piratas que aterrorizaron a sus ciudadanos en 1663.
San Francisco está ubicada frente al Golfo de México, fue y es considerada como la puerta hacia la Península de Yucatán, por lo que su estratégica ubicación la convirtió en un puerto muy importante en el siglo XVI y XVII.
La región fue próspera debido al paso comercial de los barcos, así como por el paso de navíos españoles, cargados con oro y con objetos de valor, que los mismos virreyes de la Nueva España enviaban a sus monarcas a fin de contribuir con su cuota después de explotar las nuevas tierras conquistadas.
A causa de estas razones de gran peso económico, las visitas de los piratas a mares mexicanos no se hicieron esperar, pues se dice que escondían sus tripulaciones entre las costas con el afán de sorprender a los navíos españoles y robar todo cuánto pudieran.
Y no solo asaltaron a barcos comerciantes o cargados de riquezas, los violentos y temibles piratas provocaron caos y terror entre la población de San Francisco, pues acostumbraban anclar sus grandes barcos para saquear casas y hacer violentas fechorías.
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De hecho, en la capital se encuentra la Puerta de Tierra, una antigua fortificación que servía de protección ante los ataques de piratas, al tiempo que era una herramienta fundamental para avistar los acercamientos de barcos desconocidos a las costas de Campeche.
Existen miles de leyendas sobre las atrocidades que cometieron estos piratas en territorio mexicano, las cuales puedes consultar y leer en la Biblioteca de Cultura de Campeche.
Los piratas provenían de distintos lugares, de Inglaterra, Francia, Holanda, entre otros países. Los hombres más conocidos fueron Laurens de Graaf (llamado “Lorencillo”, debido a su baja estatura), William Parker, Henry Morgan, Lewis Scott, Eduard Mansvelt, Jean-David Nau y Andrés Benavides.
De acuerdo con historiadores, no todos los piratas eran simples saqueadores y asesinos; otros se dedicaban al tráfico de mercancías y contrabando.
Si has ido a Campeche, ahora sabrás el por qué de sus callejuelas, cuidadosamente hechas tipo laberinto para librarse de las invasiones de estas espeluznantes personas que también cometieron atroces crímenes.
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