Corea del Sur no solo es k-pop, doramas y kimchi. Es también un país con rica historia visual que se extiende desde delicadas pinturas en tinta hasta instalaciones contemporáneas que parecen salidas del futuro. Si te intriga el arte coreano, pero no estás seguro de qué estilo es más para ti, esta guía te va a ayudar.
Arte tradicional coreano: la belleza de la armonía
El arte coreano tradicional, es sutil, espiritual y profundamente conectado con la naturaleza. Pinturas de paisajes (llamadas sansuhwa), caligrafía elegante, cerámica celadon o las refinadas pantallas byungpoong, cuentan historias sin necesidad de palabras.
Si te gusta lo tranquilo, lo poético, los colores suaves y el detalle, puede que te encante el arte coreano tradicional.
Arte coreano contemporáneo: entre el caos y la innovación
El arte contemporáneo coreano es atrevido, conceptual y a veces desafiante. Artistas como Nam June Paik (pionero del videoarte), Do Ho Suh (famoso por sus instalaciones de casas flotantes de tela) son prueba de que Corea ha llevado su arte a nuevos territorios.
Si te gusta lo experimental y que el arte te haga pensar más y no solo contemplar, puede ser que lo tuyo sea el arte contemporáneo.
La belleza del arte coreano está justo en su dualidad. Puedes emocionarte con una pintura minhwa (folclórica) y, al mismo tiempo, quedarte hipnotizado por una sala interactiva en el Museo de Arte Contemporáneo de Seúl.
El arte es una experiencia sensorial. No se trata de entenderlo todo, sino de sentir algo. Así que date la oportunidad de pasear por ambos mundos.
Tu gusto por el arte coreano puede ser tan diverso como Corea misma.
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