Hace apenas dos meses comenzó la historia de la familia Villegas en Chiapas. “El último viaje que hice antes de la cuarentena fue a San Cristóbal. Fue por mi cumpleaños, con un grupo de amigos. Estuve cinco días, pero en ese entonces, no tenía nada de esto en la cabeza”, nos cuenta Max Villegas.
Cuando regresó, recién iniciaba la pandemia. Max deseaba implementar cambios en su vida: “Quería reinventarme y, en el momento en que se empieza a parar todo, se dio la oportunidad. Hablé con dos amigos de Chiapas, los dueños del Hotel Bo, y terminé por sumarme al equipo”.
Platicó con su esposa y coincidieron en que era el instante correcto; primero, por la oportunidad laboral en estos tiempos complicados, y segundo, por la calidad de vida que representa para sus hijos. “Ahora estamos en un pueblo colonial, seguro, relajado y muy familiar. Soy director de Comunicaciones del Grupo Bo y vamos a empezar varios proyectos. Además, desde aquí puedo hacer el trabajo que realizaba en Ciudad de México”.
Antes de dar el paso, Max se cuestionó cómo estaba viviendo su vida y qué le ofrecía a sus hijos y a su pareja. Esto lo hizo pensar mucho y tener días, algunos buenos y otros malos, reflexionando sobre lo que quería hacer. “Me di cuenta de que nunca es tarde para nuevos proyectos, metas y sueños. A veces pensamos que las cosas serán para siempre, pero cuando sucede algo como la pandemia, volteamos a otras partes. No está mal tomar decisiones que nos hagan crecer y sentirnos plenos. Estoy muy contento en esta etapa”.
Una nueva etapa
La vida los llevó por un camino inesperado, hasta llegar al punto en el que pueden decir que su casa está en Chiapas. “Hoy decidimos mantener la visión de quedarnos más tiempo”. Junto con el Hotel Bo, también se encuentra en el desarrollo de Abetravesías, para ofrecer a los turistas momentos especiales y experiencias trascendentales dentro del estado.
Abetravesías “Abe” significa “tu camino” en tzotzil, una de las lenguas de la región de los Altos de Chiapas. Están preparándose para lanzarla a finales de agosto. Se enfocará en turismo en el estado de Chiapas. Max tiene fe en que los mexicanos comenzarán a viajar por el país pronto.
En el tema de trabajo nos dice: “mi carrera de conductor sigue en pie. Tengo proyectos en puerta que más tarde se acomodarán”.
Su amor por Chiapas
Confiesa que conoció el estado siendo adulto, hace 12 años. “Mi primera visita resultó de una fiesta en casa de un buen amigo. En la mesa, había puro extranjero, y todos hablaban de las maravillas de Chiapas. Yo era el único mexicano, pero no podía opinar, pues solo conocía lo que me enseñaron en la clase de geografía”.
No aguantó más y, al día siguiente, compró un boleto de avión y se fue con su papá a conocer el lugar. Recuerda que le llamó mucha la atención la riqueza que tiene en todos los sentidos (gastronómica y prehispánica, por ejemplo), así como su gente.
Después, estuvo en la inauguración del Hotel Bo, momento en el que volvió a conectarse con Chiapas y San Cristóbal. “Vine con mi mujer y, a raíz de eso, decidimos casarnos aquí. En nuestra boda hubo 140 invitados; alrededor de 80 no conocían el estado, y recuerdo que les encantó. Para nosotros, San Cristóbal se transformó en un espacio al que escapamos y en el que nos olvidamos de todo”.
A partir de la cuarentena, ha seguido su historia de amor con Chiapas. “En la ciudad, todo el departamento se convirtió en el área de jugar de los niños; nuestro cuarto, en el gimnasio de mi esposa, y el comedor, en mi oficina”. De estar en un departamento sin salir, pasaron a vivir en una casa con un gran jardín, donde sus hijos corren libres y felices.
La guía de Max en Chiapas - Para una buena comida o cena, visita el Hotel Bo. - Si quieres una deliciosa pasta, debes ir a Trattoria Italiana, del chef Alessandro. - Puedes conseguir los mejores vinos en Gourmeteca. - Los cortes de carne se buscan en Mercado de Carnes, dentro de San Agustín. - Y si eres amante del café, ve a Casa Cafeólogo y Amor Negro.