Cuando se trata de monumentos megalíticos, Stonehenge es el más conocido del mundo, sin embargo, estas construcciones que datan de miles de años se pueden encontrar en varios puntos del mundo… y el Dolmen de Guadalperal, en España, es una muestra de esto.
Sin embargo, este monumento cayó en el olvido y quedó sumergido bajo el agua… hasta que el nivel del agua disminuyó a consecuencia del cambio climático y este lugar ha sido redescubierto; un fenómeno similar a las llamadas piedras del hambre en Alemania y República Checa.
¿Qué es el Dolmen de Guadalperal?
Conocido como el “Stonehenge español”, el Dolmen de Guadalperal es un yacimiento neolítico que data de casi 4 mil años. Obtiene el nombre de dolmen que refiere a construcciones megalíticas de piedras clavadas en la tierra en posiciones verticales y horizontales.
La mayoría tiene una función funeraria, y el Dolmen de Guadalperal no es distinto, pues los hallazgos realizados por el arqueólogo Hugo Obermaier, quien es el principal responsable de los estudios que se conocen de este monumento, indican este uso fúnebre. Incluso, en su excavación se encontraron restos de un asentamiento previo a su construcción y evidencias de la cultura romana como monedas o cerámica.
Por otro lado, el arqueólogo de la Universidad Complutense de Madrid, Enrique Cedillo, explica que se trata de un sepulcro colectivo y que por alrededor de 2 mil años se enterró a la gente ahí, junto con ajuares y otros objetos que han sido redescubiertos.
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¿Dónde se encuentra?
Este monumento se encuentra en Cáceres, siendo precisos en la localidad de El Gordo, siendo el municipio más cercano a Peraleda de la Mata, en Extremadura, España, lo que lo convierte en la construcción de este tipo más grande de la península ibérica. Del mismo modo, se habla que se encuentra en el embalse de de Valdecañas, que es un cuerpo de agua formado cuando el cauce de un río es desviado. En este caso, el embalse en el que el Dolmen se encuentra se formó tras la construcción de la presa Valdecañas.
¿Cuándo fue hallado por primera vez?
El primer hallazgo del Dolmen de Guadalperal ocurrió hacia la década de los 20, en específico en 1925, cuando Hugo Obermaier, un arqueólogo alemán realizó una excavación en este sitio.
En aquel entonces, Obermaier encontró algunos de los datos más importantes del Dolmen, como su fecha estimada de construcción, pero fue hasta 2019 que se descubrió que comprende de cerca de 150 piedras.
El Dolmen ha sido estudiado con cierta regularidad, aunque no siempre se podía acceder debido al nivel del embalse, del mismo modo, ha sido nombrado Bien de Interés Cultural en España, lo que promueve su conservación, en particular al encontrarse expuesto a las inclemencias del río y el clima.
La reaparición del Dolmen tras las sequías
Las sequías, así como las olas de calor intenso están haciendo que sitios como este Dolmen y ciudades antiguas queden al descubierto una vez el nivel del agua disminuye. Por ejemplo, en mayo de 2022, en el sur de Irak, al pie del río Tigris, fue descubierta una ciudad de hace 3 mil 400 años que también había quedado sumergida.
Ahora ha sido el turno de España. El agua del embalse de Valdecañas en el río Tajo disminuyó hasta un 28% de su capacidad, según lo reportado por CNN, lo que resultó en que este fuera visible en su totalidad nuevamente. Y es que, su estructura sólo se ha hecho visible pocas veces, se reporta también que sólo ha ocurrido 4 veces desde 1963.
Este caso se suma a las diversas evidencias de los cambios que nuestro entorno sufre a consecuencia del calentamiento global y la inacción humana. Así de lo vulnerables que están sitios históricos que datan de miles de años tanto a los elementos como a la propia presencia del humano moderno.
Si bien esta es una gran oportunidad para seguir estudiando el Dolmen de Guadalperal y la vida (y muerte) en esta región en el pasado, así como de los daños que puede sufrir bajo el agua, también debería considerarse un aviso sobre la crisis climática.
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