Guía para mejorar la calidad del aire en interiores con plantas

Generalmente nos preocupamos por la contaminación en el exterior y nos olvidamos de la calidad del aire dentro de nuestros hogares, oficinas y los espacios cerrados como las escuelas, los centros comerciales, etc.

En las ciudades grandes, cuando salimos a la calle, olemos el humo de los coches, los camiones o del tabaco, la basura que se está descomponiendo en los contenedores, las heces de los animales en las banquetas y parques, entre otras cosas, y sabemos que respirar ese aire nos hace daño; nos sentimos más seguros respirando el aire de nuestra casa u oficina. Pero no siempre consideramos que también existe contaminación en los ambientes interiores, de otro tipo, pero que de igual forma puede poner en riesgo nuestra salud o nos puede provocar alergias o algunos malestares físicos y no lo sabemos.

La buena noticia es que podemos mejorar considerablemente la calidad del aire en estos espacios de una forma súper sencilla: ¡con plantas! Las plantas filtran y purifican el aire de forma increíble. Además de lo que ya todos sabemos, que convierten el bióxido de carbono en oxígeno, regulan la humedad del ambiente porque también toman agua de la humedad que hay en el aire. Y lo mejor de todo, absorben y reciclan partículas químicas que a nosotros no nos caen bien.

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No siempre lo pensamos, pero muchas de nuestras actividades cotidianas ensucian el ambiente dejando partículas tóxicas que no son precisamente buenas para nuestra salud. Hablamos del gas que se quema en la estufa o el horno de la cocina cuando preparamos nuestros alimentos. La humedad que entra en tiempos de lluvia o que se genera por el vapor de la regadera y se queda en las cortinas, la ropa, los muebles y si no tenemos cuidado de ventilar bien nuestros espacios, se pueden formar hongos o moho. Otro caso muy común son los productos de limpieza químicos que usamos para trapear, limpiar los baños, las ventanas, quitar manchas, etc. que, aunque los enjuaguemos, dejan restos tóxicos.

Hace varios años, en los ochentas, la NASA buscaba formas de reciclar y mantener limpio el aire de las estaciones espaciales. Hicieron un experimento con 12 plantas y se dieron a la tarea de ver cómo mejoraban la calidad del aire. En 1989, publicaron los resultados del estudio y encontraron que, efectivamente, las plantas tienen la capacidad de reducir los niveles de ciertos químicos orgánicos que son dañinos para nosotros – formaldehído, benceno y tricloroetileno-. Las plantas que usaron para el estudio las eligieron por ser muy resistentes, ya que las llevarían al espacio, a condiciones muy diferentes a las naturales en la Tierra. Esto lo menciono porque seguramente hay otras plantas, además de las ganadoras del 89, que pueden mejorar la calidad del aire de forma mucho más efectiva, pero por el momento solo contamos con estos resultados. Y ya que las seleccionaron por su resistencia a condiciones de luz artificial y poca luz natural, nos van a ir perfectamente dentro de nuestras casas y oficinas, o cualquier otro espacio cerrado.

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Las que mejor lo hicieron durante el estudio fueron:

• Las drácenas, (como el Palo de Brasil, la drácena compacta y la marginata)
• El poto o teléfono
• La sansevieria o lengua de suegra
• Los crisantemos,
• Las gerberas
• El clorofito o malamadre.

Esto no quiere decir que tenemos que llenar de plantas por todos lados para lograr un cambio, sino que podemos poner unas cuantas en cada cuarto para ayudar a mejorar la calidad del aire que respiramos y que tanto necesitamos sobre todo los que vivimos en ciudades tan grandes y contaminadas.

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