Para el amor, existen muchas apps para ligar y plataformas sociales que atenderán casi cualquier gusto particular que uno pueda tener. Aun cuando las aplicaciones de citas o match-making han despertado alertas en materia de datos personales y seguridad de los usuarios –cuando hay encuentros físicos–, se trata de una industria que ha sabido aprovechar las tecnologías de la información.
Consideremos que el negocio de juntar posibles amores nació en 1600 con la publicación de mensajes personales en periódicos. A partir de los años 60, tuvo un crecimiento exponencial cuando fue utilizada la primera computadora. El resto es una historia que estamos chateando juntos y que, en 2018, representó un negocio de tres mil millones de dólares.
Justin McLeod, CEO de Match.com (a la que pertenece Tinder), señaló que solo un 6% de los usuarios usaba el videochat de la app antes de la pandemia, hoy ese uso aumentó un 69%.
Independientemente del grupo de edad o la plataforma digital, las nuevas formas –o protocolos– con las que nos relacionamos encuentran en las dating apps uno de los elementos de interacción social más relevantes en la actualidad.
En las relaciones personales, lejos de distanciarnos, nos han acercado con familiares y amigos. Ahora tenemos grandes amistades en prácticamente cualquier parte del mundo y, por supuesto, la posibilidad de hallar el amor mediante las redes sociales representa un número importante de nuevas parejas que, de no existir la conexión a través de Internet, no se habrían conocido.
Así que, como pueden adivinar ya, querida lectora y querido lector, mi visión sobre las redes sociales y las tecnologías de la información es que son de las mejores herramientas con las que la humanidad cuenta para expandir nuestra capacidad de relacionarnos y comunicarnos.
La inmediatez, la velocidad y el alcance de lo que se difunde en redes sociales equivale a un superpoder. Y como lo dijo el Tío Ben en Spiderman: a todo gran poder le acompaña una gran responsabilidad. Poco a poco comenzamos a entender que lo que transita en las redes sociales no es código binario, no son bits y bytes, sino personas, ideas, posturas, sentimientos, relaciones, emociones, es decir, eso que somos y que compartimos al conectarnos. Las interacciones sociales se han modificado y es importante saber los alcances que tienen las redes, especialmente cuando se trata de nuestra seguridad, integridad y datos personales.
Helen Fisher, asesora científica de Match.com, declaró para The New York Times que ‘La pandemia está cambiando el cortejo para mejor, no solo porque la gente está forzada a hablar y a conocerse más, sino porque también está obligada a tomarse las cosas más despacio’.
Un universo con mucha variedad
Por si pensabas que las dating apps y las relaciones por Internet son para un grupo selecto, te dejamos esta lista de opciones que prueban lo contrario:
Tinder
Para edades de 18 a 35 años. Te contacta con gente a la que también le ha gustado tu perfil.
Bumble
Para edades de 18 a 35 años. Las mujeres son las únicas que pueden iniciar el contacto con un match.
OK Cupid
Para edades de 25 a 50 años. Solo te pone en contacto con personas con las que tienes 75% de compatibilidad.
Catholic Match
Para edades de 17 años en adelante. Segmenta y concentra únicamente a quienes comparten esta fe. En México, también puedes unirte a la comunidad de católicos solteros aquí.
Grindr
Para edades de 26 a 50 años. Antecedente de todas las dating apps, es la más popular dentro de la comunidad LGBT+.
Raya
Diseñada solo para celebridades –el registro debe ser validado por un comité que avale que lo eres.