Durante los años 70 su carrera en el mundo de la moda explotó. Él lo atribuye a que creó su primera colección con las telas de kimono que desde Japón se había llevado con él a París, lo que lo hizo destacar en medio de las tendencias del momento a las que Kenzo consideraba demasiado uniformes.
En esos años llegó a presentar desfiles en el famoso Studio 54 neoyorquino con modelos como Grace Jones y Jerry Hall, quienes también fueron sus musas.
Nacido el 27 de febrero de 1939 en Himeji (cerca de Osaka), destacó por su estética que supo combinar tendencias orientales y occidentales en todos sus productos.
Kenzo, nombre de su marca y como era conocido, se retiró del mundo de la moda en 1999, seis años después de haberle vendido su marca de ropa al conglomerado LVMH. Actualmente, las riendas de la casa de moda que creó están en manos del diseñador portugués Felipe Oliveira Baptista.
El diseñador llegó a lamentar esta venta al sentirse fuera de la jugada en una marca que llevaba su nombre, pero lo salvó el seguir nutriendo su lado creativo y pintó cuadros, armó una impresionante colección de antigüedades y diseñó interiores llegando a firmar una colaboración exclusiva con Roche Bobois.
Ropa, textiles, perfumes y otros productos de belleza, decoración de interiores, pintura, coleccionismo... no dejó escenarios sin conquistar, con lo que le abrió camino en el mundo de la moda a otros creadores japoneses que siguieron sus pasos como Yohji Yamamoto o Issey Miyake.
En 2017 publicó su autobiografía donde reveló partes de su vida privada, que siempre había cuidado celosamente, como su homosexualidad; hablar del tema abiertamente lo hizo sentir liberado, según declaró.
Con sus “casi ocho mil diseños”, el diseñador japonés “nunca ha dejado de celebrar la moda y el arte de vivir”, dijo su portavoz.