Tulum se ha convertido en uno de los destinos favoritos en pandemia para vivir desligados de la tensión de la Ciudad de México y otras capitales del mundo. Desde Estados Unidos, Canadá, Latinoamérica y Europa, llegaron centenares de visitantes para quedarse. Su ambiente hippie-chic es un reclamo, motivo por el que su oferta hotelera, gastronómica y artística ha crecido como la espuma.
Un proyecto que pone el reflector en Jorge
Dentro de este crecimiento destaca Tuk Tulum Art Walk (tuk significa trébol en lengua maya), un epicentro cultural y gastronómico ideado por el empresario catalán Marc Pujol, quien llegó a México hace más de 20 años y opera diversos proyectos en la Riviera Maya con total éxito a través de su empresa Gama Master Broker (GMB).
Este nuevo lanzamiento es una comunidad en la que se fusionan festivales gastronómicos, hippie market, exposiciones de arte y un proyecto inmobiliario de residencias que combinan el lujo con la funcionalidad, un resort que responde a una inversión segura y novedosa.
No en vano, dentro de este ambicioso proyecto, se encuentra Tuk Cuisine, que hasta el momento abarca un lounge bar (Gypsy Bar), gastronomía italiana impecablemente ejecutada en 081 Neapolitan Cuisine y su restaurante estrella, Girafe, donde el chef Jorge Ildefonso se erige como una de las figuras culinarias más interesantes de Quintana Roo y tal vez del país.
El encuentro casual de Marc y Jorge fue el cruce de dos personas que apuestan por la sustentabilidad, y tienen una preocupación real por el entorno y una pasión desbordante por la gastronomía.
Jorge Ildefonso es original de Guadalajara y tras su paso por diferentes proyectos hoteleros –destacando Grupo Vidanta, Viceroy o Azulik– e inaugurar algunos negocios propios que siguen operando en Querétaro, se unió al empresario español para apostar por Tuk hace apenas dos meses.
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La cocina que te enamorará en tu paso por Tulum
En Girafe, su cocina es de producto, especialmente de mar –la mayoría traído desde el Pacífico–, pero también introduce en ella reminiscencias de la cocina tapatía. El hilo conductor de su menú son las texturas y la acidez; “me encanta trabajar con cítricos, y esta zona aporta gran cantidad de ellos y van cambiando por temporada, como el limón eureka, la mandarina, la lima yucateca…” dice el chef. Una cierta influencia francesa también se delata en sus recetas.
En Girafe, su cocina es de producto, especialmente de mar –la mayoría traído desde el Pacífico–, pero también introduce en ella reminiscencias de la cocina tapatía. El hilo conductor de su menú son las texturas y la acidez.
En su menú actual encontramos el atún y el kampachi trabajados de diferentes maneras. El sashimi de bluefin, acompañado de hoja de aguacate en tempura (un plato para no olvidar), y una infladita de paté de kampachi son realmente sensacionales. También la totoaba de cultivo que prepara al punto perfecto con pipián de quelites. Otros platos que han sorprendido en su carta son las tostadas de atún marinadas en achiote con su paté, la ensalada de betabel rostizado o el tiradito de kampachi en cremosos de limón eureka y miel de agave.
Cabe destacar que Jorge Ildefonso, de formación absolutamente empírica, ha creado junto a otros chefs un proyecto que, bajo el nombre de Pesca con futuro, ayuda a la conservación del ecosistema marino, apoya a los pescadores para prevenir la extinción de especies y combate las plagas que destruyen el equilibrio de la zona, como fue la del pez león.
A punto de tener su segunda hija y con tan solo 36 años, Jorge se convierte en uno de los referentes que no podemos perder de vista.
Con su llegada a Girafe y la presencia de otros grandes chefs, como José Luis Hinostroza en Arca o La Chula de Jonatan Gómez Luna, sin olvidar el paso de René Redzepi hace apenas cuatro años, Tulum comienza a ser considerado un destino gastronómico de primera línea.
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