Cada 22 de abril se celebra el Día de la Tierra, un día dedicado a educar sobre el medio ambiente y a los esfuerzos que podemos tomar como sociedad para cuidar del planeta que es relativamente nuevo, pues se instituyó en 1970.
El siglo XXI si acaso está marcado por la fuerte tendencia tecnológica, en la que consumimos cada vez más productos que son producidos en masa, como pueden ser los celulares, los cuales hay quienes cambian cada año o a veces con mayor frecuencia… algo que en la década de los 70 realmente no ocurría, pero que ahora un 68% de la población mundial cuenta con teléfono móvil, mientras que las líneas locales en casa, o los teléfonos públicos poco a poco desaparecen.
Este consumo y producción en masa ha creado un gran reto para la industria tecnológica de cara a la huella e impacto ambiental: gestionar la basura tecnológica que resulta de dispositivos como computadoras, teléfonos, televisores, tabletas, entre otros. Vaya, esta problemática es tal que incluso existe basura en el espacio. Debido a esto, los consumidores son cada vez más conscientes.
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De acuerdo con la consultora First Insight, el 62 % de los consumidores millennials y de la generación Z prefieren productos y tiendas con prácticas sustentables.
Quizás tu seas uno de esas personas, que cada vez son más conscientes de lo que implica manufacturar tus dispositivos electrónicos… o qué pasa cuando su vida útil se termina. Por tanto ahora es más que necesario señales que nos indiquen cuando los productos son ecológicos, pero que también ofrecen otros beneficios como podría ser ahorradores. Por ejemplo, ya existen sellos como la certificación del Consejo de Administración Forestal (FSC, por sus siglas en inglés) que indica que el producto ha sido producido utilizando material procedente de fuentes responsables lo que garantiza que se esté adquiriendo un producto sustentable.
En ese sentido, el 48% de los consumidores mexicanos suelen comprar productos ecológicos, pero la tarea no sólo está entre quienes compran, sino en las empresas que producen todo tipo de dispositivos y gadgets tecnológicos.
Tal es el caso de empresas como Belkin, quien ha optado dejar atrás el uso de plásticos vírgenes, para usar materiales reciclados para sus accesorios. Sin duda, esta no es una tarea fácil, su director general, Steven Malony, explicó que “hay formas de reclamar materiales “reciclados” pero es necesario la investigación, las relaciones, la ciencia y las interminables horas de trabajo necesarias para encontrar los mejores materiales posibles que no sólo conservan el mismo nivel de calidad que sus homólogos de plástico virgen, sino que lo hagan de la forma más responsable”.
Pero, por más complicado que parezca, lo cierto es que en pleno Día de la Tierra (y aunque no lo fuera), sea responsabilidad de nosotros, como consumidores, exigir que más empresas sigan los pasos de otras como Belkin y adopten estrategias y un enfoque donde busquen que sus productos sean verdaderamente sostenibles, y dejar de consumir de aquellas que sólo utilizan este tipo de palabras como una etiqueta para vender más sin verdaderamente crear un cambio que contribuya a la conservación del medio ambiente.
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