Explorar nuevas culturas y destinos siempre es una experiencia multisensorial casi religiosa. Las vivencias se guardan en fotografías y videos, pero también en la mente y el corazón.
Cierras los ojos y te dispones a pensar en tu último viaje. Ves claramente los colores, los paisajes, los sonidos, las sensaciones, los olores, e instantáneamente la piel se pone chinita, sin duda, se vuelve a vivir.
De eso y más trata el turismo olfativo, de tener las sensaciones a flor de piel, pero por medio de los olores de los lugares que se visitan, ya que el sentido del olfato es tan poderoso que puede llevar a cualquiera a través del tiempo y el espacio.
Es un hecho que las moléculas de olor son una presencia constante en nuestras vidas, aunque son invisibles, su papel es fundamental porque condicionan profundamente nuestra relación con el mundo, los lugares e incluso las personas.
Aunque no es una tendencia nueva, el turismo olfativo sigue en crecimiento y te invita a vivir tus viajes de una manera más profunda, creando conexiones más fuertes. ¿De qué se trata? Te contamos.
Los viajes en el turismo olfativo
De acuerdo con Rachel Herz, neurocientífica de la Universidad de Brown, citada por Tecno Hotel News, el olfato es el único sentido que está directamente relacionado con los centros de memoria y aprendizaje emocional del cerebro.
“Esto hace que el sentido del olfato sea realmente único con respecto a cómo experimentamos el mundo que nos rodea. Nuestra experiencia olfativa es intrínsecamente emocional y visceral debido a esta organización neuronal”.
Vinculado con los centros nerviosos responsables de procesar recuerdos, sentimientos y estados de ánimo, el olfato es un canal de comunicación poderoso que permite experiencias verdaderamente inmersivas.
En Europa, varios museos emprenden el camino del turismo olfativo con instalaciones que permiten a los visitantes “vivir” y descubrir las obras de arte y las colecciones de otra manera.
Por ejemplo, el Museo de Ulm en Alemania organizó el tour “Follow Your Nose”. Una experiencia que enriquece la visita de pinturas con temas de flores, jardines o mesas de comida, con aromas específicos que los visitantes pueden oler.
En 2022, el Louvre organizó recorridos olfativos para su colección de bodegones, mientras que el Museo del Prado de Madrid inauguró una exposición olfativa completa inspirada en el conjunto de pinturas de Jan Brueghel titulada: “Los Cinco sentidos”.
Por su parte, el Museo de Ámsterdam, lanzó recorridos olfativos por la ciudad en el mismo año mediante los llamados “City Sniffers: A Smell Tour of Amsterdam’s Ecohistory”. Se trató de un mapa con olores históricos y aromas emblemáticos que permitió a los participantes realizar una exploración autoguiada de las calles y canales de la ciudad.
Otro proyecto parecido fue ideado por la artista Kate McLean, quien organiza recorridos a pie por las ciudades más emblemáticas del mundo, recopilando los aromas descubiertos por los participantes y llevándolos en mapas olfativos dibujados a mano. ¿Imaginas cómo sería el mapa olfativo de la CDMX o de México? Seguramente con el olor de muchos tacos.
El futuro del turismo olfativo también es jugoso, económicamente hablando. Un experimento en el casino Hilton de Las Vegas reveló que las máquinas de juego que estaban en una sección perfumada habían sido utilizadas por mucho más tiempo, respecto a las máquinas que estaban en zonas no aromatizadas.
El marketing olfativo ha llevado a ciertas marcas a pedir por su propia fragancia, ahora justo se viene a la mente el característico olor de la tienda de deportes Innovasport, no importa en qué ciudad del país estés, el aroma es el mismo e invita a entrar y recorrer sus pasillos.
Cadenas hoteleras y otras tiendas tienen su propio perfume, con una combinación específica de ingredientes y es poco probable que la receta secreta sea revelada algún día.
Aunque los olores son poderosas máquinas del tiempo, una cosa es cierta, el cambio climático también se llevará distintos aromas.
Por eso, la compañía Odeuropa y la UNESCO están trabajando en la Enciclopedia de la Historia y el Patrimonio de los Olores para preservar y proteger la mayor cantidad de piezas intangibles.
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