Constantemente nos dicen los expertos que debemos beber por lo menos 2 litros de agua al día para mantenernos bien hidratados, algunos lo han cambiado a decir que 8 vasos, sin embargo, esta última práctica resulta bastante poco confiable, siendo que cada vaso puede tener medidas distintas y es que la realidad se ha comprobado muy distinta, pues de acuerdo con la ciencia, se ha demostrado que la cantidad de agua que una persona realmente requiera depende totalmente de cada organismo y la mejor guía es la sed, incluso recomiendan no beber agua si no estás sediento, recordando que la ingesta de agua, tu cuerpo no solamente la contará por los vasos que consumes, pues recordemos que algunos alimentos también aportan agua a tu organismo y ayudan a hidratar y lo que pasa si tomas demasiada agua en un día puede llegar a ser bastante fuerte para tu salud.
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Si me tomo un vaso de sopa, estoy tomando un vaso de agua; si me estoy tomando una crema, si estoy tomando una manzana… todo eso lleva agua. No me tengo que beber dos litros de agua además de lo que como y otros líquidos que bebo.
¿Qué pasa si tomas demasiada agua en un día?
Si se bebe demasiada agua en un día puede provocarte una sobrehidratación, que podría tener consecuencias negativas en tu organismo, sin embargo, esta eventualidad es bastante rara y suele ocurrirle a atletas o deportistas que llegan a consumir demasiada H2O.
Los síntomas de la sobrehidratación suelen ser confusión, náusea y vómito, aunque en los casos más extremos, puede ocasionar convulsiones, coma o la muerte, pero esto ocurre muy rara vez.
En el peor de los casos, existe una posibilidad de que si tomas demasiada agua, esto podría provocar una enfermedad denominada hiponatremia, que ocurre cuando tu cuerpo tiene un nivel inusualmente bajo de sodio en la sangre y en el caso de beber cantidades excesivas de agua, esta enfermedad se dará debido a la enorme pérdida de este electrolito por medio de la orina y esta se puede detectar por sus síntomas, que son náuseas, dolor de cabeza, confusión y fatiga.
La realidad es que si un día te pasaste de beber en cantidades excesivas agua, lo más seguro es que solamente pases una noche horrible, de esas en las que no dejas de ir al baño por las ganas terribles de orinar, aunque, en algunos casos, como son ciertas enfermedades, si se debe tener muy presente el nivel de ingesta de agua, pero si tu eres una persona saludable no pasará mucho realmente.
Sin embargo, es de suma importancia el mantenerse en completa hidratación y es por ello que te recomendamos que escuches a tu cuerpo y solo bebas agua cuando sientas sed.
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