Han pasado ya 17 años desde que La Metropolitana nació en el histórico Edificio Vizcaya del centro de la CDMX. Desde entonces, este proyecto se ha consolidado como uno de los referentes de mobiliario y diseño más relevantes del país, con seis sitios de producción entre la capital, el Estado de México y Veracruz.
Pero la semana pasada, la marca me invitó a vivir algo distinto en su taller de la colonia Doctores. No se trataba solo de apreciar sus muebles terminados, sino de entender su origen y regresar a lo básico: crear con las manos.
El reto: Armar la nueva Silla Caletilla
El motivo de la visita fue conocer la Silla Caletilla, la pieza estelar de su recién lanzada Colección Acapulco. La premisa es fascinante: invitarte a "descubrir lo que sucede cuando formas parte del proceso y entiendes que fabricar no es solo producir, sino re-conectarte con tu capacidad de crear".
Al llegar a su taller en la calle Dr. Lucio, me entregaron el kit de armado. Lo que siguió fue una experiencia que, honestamente, describiría como terapia de diseño.
Más que ensamblar, conectar
No es simplemente martillar y ensamblar. El proceso te obliga a involucrarte con el material:
- Tuve que lijar la madera para darle el acabado perfecto y suave al tacto.
- Entender los ensambles de precisión.
- Y mi parte favorita: tejer el asiento con la cinta.
Hay un ritmo casi meditativo en el tejido. Es una pausa necesaria que te desconecta del estrés digital y te enfoca en resolver algo tangible. Es justo ahí donde cobra sentido la propuesta de La Metropolitana: reunir la precisión de la manufactura digital con la sensibilidad del trabajo artesanal que uno mismo le imprime.
Diseño mexicano democratizadoPlaticando con el equipo, entendí que esta colección tiene una vocación clara: democratizar el diseño. La marca busca ofrecer la calidad estética que los ha hecho famosos, pero a un precio más accesible a través de su venta en línea.
El objetivo es "reintegrar a la vida de nuestra sociedad el orgullo de lo bien hecho, comenzar por una silla y construir un nuevo camino por recorrer".
¿El resultado final?
Ver la Silla Caletilla terminada en mi casa me da una satisfacción diferente. No es solo un objeto de decoración; es una pieza que tiene mi tiempo, mi esfuerzo y mi toque personal.
Si buscan un proyecto para el fin de semana que les permita transformar su entorno —empezando por algo tan esencial como dónde sentarse—, les recomiendo mucho acercarse a esta nueva etapa de La Metropolitana.
La Colección Acapulco y los kits de armado estarán disponibles próximamente en su sitio web
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