El Castillo Azul estrena directora general, su nombre es Alejandra Cervantes Mascareño y en Revista Central platicamos de cerca con ella sobre cómo ha sido su llegada a Papalote Museo del Niño, cuáles son sus retos y sobre su increíble pasión por estos espacios lúdicos y recreativos que hacen volar la imaginación del más pequeño hasta al más grande, sin importar la edad.
Alejandra Cervantes: de la pasión a su misión
Cervantes Mascareño estudió Relaciones Internacionales en la Universidad Iberoamericana y tiene una maestría en Administración de Políticas Públicas con la Universidad de Georgetown.
Su amor por los museos la ha llevado a viajar a distintos lugares del globo terráqueo, pues considera que son espacios culturales de introspección y aprendizaje:
“Yo siempre digo que conocía ciudades y viajaba para ir a los museos, pues te está enriqueciendo y te está haciendo conocerte un poco más a ti y de tu historia. Luego la vida me terminó llevando al Museo Nacional de Antropología, que fue mi gran escuela a nivel operaciones, visitantes y cuidado de colecciones. Realmente tuve oportunidad de sacar muchos proyectos muy importantes de infraestructura, al igual que de conservación y restauración de piezas y del museo más importante de América Latina”.
Ale es muy apasionada y comprometida. Su pasión por los museos la ha llevado a pertenecer a varios consejos museísticos como el del Museo Nacional de Antropología o el de Museo de Memoria y Tolerancia, ayudando desde el punto de vista de pro bono.
Llama la atención su temple e ímpetu ante los retos, pues de ser directora de estrategias de un recinto que toca temas tan delicados como los que resguarda el Museo Memoria y Tolerancia, ahora se encuentra en un escenario completamente distinto, enfocado en la enseñanza didáctica para las y los niños.
“Aunque no es tan fácil de percibir desde un punto de vista externo, el mundo de los museos es bastante similar, es una metodología parecida sin importar la temática”, sostuvo.
Su misión es clara en Papalote Museo del Niño. Está en la fase de reconocimiento, de entender la institución, de cómo están los equipos de trabajo y qué hay en proyección para los próximos años para sumarse:
“Fuera de ser una líder que quiere cambiar todo y revolucionar todo, creo que hay mucho que se ha hecho muy bien durante estos primeros 30 años y que más bien es sumar de aquí para adelante”, aclaró.
Su filosofía de vida está enfocada en el compromiso, en los proyectos, en hacer las cosas bien y en trabajar en equipo, lo que hace match con la filosofía del museo debido a que el compromiso con la institución es a largo plazo y de manera sustancial.
El objetivo del museo es acompañar a la niñez mexicana a desarrollarse de una mejor manera y generar ciudadanos más conscientes, creativos y más felices.
Creo firmemente que no hay un camino más eficiente para formar una mejor sociedad, comunidades más conscientes, cuidadosas y responsables que incidir en los niños.
Papalote Museo del Niño, el lugar favorito de las familias en la CDMX
El Castillo Azul es para muchos sinónimo de diversión, pero también está acompañado intrínsecamente de educación, porque en él no solo los niños y las niñas de México “tocan, juegan y aprenden”, también lo hacen familias completas, maestros, cuidadores, padrinos y más.
Llegar a una institución que lleva ya un recorrido de varias generaciones, transformando el modelo tradicional de enseñanza en México es simplemente para Alejandra Cervantes:
“Es un privilegio y gozada poder estar en un museo que está enfocado en el aprendizaje, en la educación, en los niños, en la diversión y en la creatividad. Aunque muchos llegamos a pensar que es un museo que se dedica a la niñez mexicana, llega a tocar a familias completas, porque los papás y los maestros piensan que traen al niño, pero en realidad ellos también viven la experiencia Papalote”.
Hablando de Papalote y en los proyectos por venir, ¿en qué está enfocada Alejandra Cervantes Mascareño como directora?
“En cuidar las experiencias existentes, seguir fortaleciendo, revisando y analizando éstas para estar actualizados. Además de estar buscando temas vigentes para las experiencias temporales, ya que cambian cada año, puesto que con este producto se pueden relacionar y da un pretexto de novedad para que la gente regrese”.
“Entonces este año, vamos a inaugurar una exposición temporal que habla sobre temas de sustentabilidad y cuidado del medio ambiente”.
Le preguntamos sobre los objetivos que tiene planteados para los niños inmersos en la era digital realmente quieran visitar un museo y cuál es el plus de ir al museo:
“Sabemos que todos queremos al Papalote, pero hay que llevarlo a la acción, visitarlo y ver qué se está haciendo hoy en el 2024. La visita no solamente es entretenimiento, sino que realmente es un tema educativo. El niño no lo ve así, viene, juega, la pasa increíble y se divierte, pero es a través del juego que está aprendiendo. A este modelo se le llama eduentretenimiento.
También como es un espacio físico y presencial, rescata esa experiencia presencial y directa, utilizando todos nuestros sentidos, obviamente apoyar el acompañamiento de tecnología es básico, porque llegó para quedarse, pero siempre fomentando que el niño venga y lo experimente de primera mano en Papalote”.
Como sabes, el Papalote Museo del Niño cuenta con experiencias para un rango de edad muy amplio. Las infancias de los 0 a los 5 años pueden participar en Patio de Aventuras; de los 6 a los 12 años pueden involucrarse con experiencias divertidas como El Árbol Ramón o Mi hogar y mi familia; y para aquellos de 13 a 15 años hay un gran espacio en donde se trabajan las habilidades STEAM, ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas.
Lo increíble de este museo es que aunque las dinámicas están enfocadas a los niños, nosotros como adultos siempre podemos aprender algo. Además, ¡todavía tenemos la capacidad de asombro!, ir a Papalote siempre terminará sorprendiéndonos.
Alejandra Cervantes, la nueva directora general del Castillo Azul, ve el museo en 5 años como un espacio con experiencias renovadas, lleno de niños y como un lugar que siga siendo el favorito de las familias en la Ciudad de México.
Para terminar, Alejandra nos comparte la siguiente invitación:
Mi recomendación es que vengan a Papalote y vivan la experiencia sin importar la edad, de una u otra manera vamos a impactar en la vida de todos de una manera positiva.
Redacción: Marilú Morales
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