A Manuel le gustaba el mole verde, un platillo que disfrutaba porque le recordaba a su mamá, dice Soledad, su hermana, una receta que aún se prepara alegremente en casa porque “llega una paz de imaginarlo a él viniendo a visitarme y a comerse su mole verde”.
La historia de Manuel, desaparecido el 19 de febrero del 2020, en el poblado El Español, se suma a las de otras personas desaparecidas y que ahora se traen a la memoria con amor, pues se cuentan a través de aromas y sabores de platillos que llevan a acariciar su recuerdo en el libro: Recetario para la memoria.
Un proyecto colaborativo, gastronómico y social que en su segunda edición (la primera edición fue dedicada a Sinaloa) fue realizado por 10 colectivos distintos de búsqueda de personas en Guanajuato, con el que además de rendir un homenaje a los que hoy no están, vencen el silencio y el olvido para hacer conciencia sobre los familiares desaparecidos; quienes también tenían una historia, anhelos y sueños.
La memoria regresa a través de 80 recetas de los platillos favoritos de aquellos quienes hoy siguen ausentes, cocinados por madres, hermanas, hijas y esposas de 9 municipios del estado.
Él decía: ‘yo te ayudo a amasar, yo junté 10 flores, yo me voy a armar 10 quesadillas’... Adán está en la comida, en mi corazón, en el campo, en las quesadillas, en el mole. Adán está en mi corazón por siempre
María Elena Rodríguez, madre de Adán que acompaña a otras mujeres a encontrar a sus seres queridos.
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La cocina como terapia
Además de las búsquedas generales, las pláticas y los encuentros, cocinar es una acción que usan las mujeres de familias donde se enfrenta un episodio doloroso como éste a modo de catarsis, para desahogar la ilusión y la esperanza, pero sobre todo a manera de terapia, acompañamiento y ayuda.
Es por eso que el Recetario para la memoria fue un dispositivo para encontrar espacios de cuidado, calma, alegría y cariño para levantarse de la tristeza y el dolor, donde los lectores tengan la experiencia de compartir y disfrutar alimentos que adquieren un significado particular, ya que permite vincularse y empatizar con la experiencia de comunidades que han padecido la desaparición de un familiar.
Mi hijo nos hacía esa receta porque tenía un negocio de comida, carnes asadas, arrachera, a él le gustaba eso. Aunque estudió sistemas, él se dedicó a eso y ese era su negocio
Nos cuenta la madre buscadora: “Es una manera para mí de que él esté ahí y que lo pueda recordar con sabor, con amor. Es bien diferente estar nada más recordando: ¿qué le pasó?, ¿qué le hicieron? También hay cosas bonitas que recordar de él, como cuando nos cocinaba sus guisados. También era muy bueno para la parrilla, el marinado, pero éste sin duda era su guisado, el que él inventó”.
Alma Lilia sobre Gustavo Daryl, quien tenía 27 años de edad cuando desapareció el 1 de mayo del 2018 en Villagrán.
El libro es una manera de rendir homenaje a todas las mujeres que buscan a sus desaparecidos en diferentes lugares de la República.
Y no es que el fenómeno esté centrado solo en mujeres buscadoras o que los hombres no tengan la capacidad de buscar o la iniciativa de cocinar los platillos favoritos de sus familiares, es más bien, el manejo de la situación y de las emociones distinto en cada familia, así como entre mujeres y hombres por los mismos estigmas sociales.
“Siento que hombres y mujeres procesamos distinto, las mujeres podemos llorar, acompañarnos, y aunque es muy doloroso encontramos la forma de acompañamiento; y al hombre le es muy negado el espacio de la vulnerabilidad y queda muy solo. Entonces para mí no es casual que el hombre no se acercara, porque no es por un desinterés, es por un dolor muy fuerte”, afirma Clarisa Moura, coautora y diseñadora del libro.
Por lo anterior es quizás que las mujeres desde su trinchera no solo actúan, buscan y sanan, también generan un cambio social en temas tan complejos.
Recetas con causa
Lo que muestra el Recetario para la memoria es que no tiene que pasarte a ti para pensar que es necesario hacer algo al respecto, es la posibilidad de pensar formas muy diversas de participar para apoyar a que sigan en la búsqueda.
Por tal razón es que una parte de las ganancias se destinan a los colectivos, para su funcionamiento, para su traslado y distintas situaciones que se puedan presentar, de ahí que adquirirlo también sea una forma de ayudar.
Es importante entender que al momento en el que desaparece el integrante de una familia se produce una ruptura familiar donde se pierden los trabajos, salud física y mental, donde las redes se pierden muchas veces
“Las familias están a flor de piel y tienen una necesidad imperiosa de ser escuchadas. Hay una necesidad urgente de respuestas serias por parte del Estado. Y nosotros también como sociedad de no ser cómplices, porque el silencio nos vuelve cómplices, la inacción nos vuelve cómplices. Entonces obvio que no somos responsables de esta violencia, pero no podemos normalizarla, no podemos acostumbrarnos a vivir en esto”, afirma Moura.
El Recetario para la memoria se puede conseguir a través de la página del proyecto
Más sobre Recetario para la memoria:
Fue creado por Zahara Gómez, Daniela Rea, Clarisa Moura, Alejandra Díaz y Mujeres buscadoras de desaparecidos del Estado de Guanajuato. El libro fue coeditado por la Universidad Iberoamericana de León y cuenta con el apoyo de Artículo 19, Open Society, FONCA, la Red de Periodistas de a Pie, Imprenta Panorama y el chef Jaime Durán.
Entre las recetas que aparecen se encuentran: Caldo de Camarón para Charly ( Vanesa Castro, Acámbaro), Guacamaya para Óscar, (Carmen Sánchez, León), Pay de limón para Cristian (Graciela Castro, León), Lasaña para Raymundo (María de la Luz Rincón y María de Lourdes Rendón, León), Costilla en salsa verde para Samuel (Evelina Guzmán, San Luis de la Paz), entre otras.
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*Redacción: Marilú Morales / Transcripción: María José Celorio
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