En Navidad todo mundo canta villancicos, bueno quizá excepto el Grinch, pero ¿sabes por qué? Porque además de que los villancicos nos alegran, refuerzan la festividad que une lo espiritual con lo popular.
La historia de los villancicos
Los villancicos navideños son una manera de conmemorar el nacimiento de Jesucristo y de unir a las personas para que el amor, la paz y fraternidad triunfen.
Al inicio de los tiempos los villancicos eran composiciones poéticas y se desarrollaron a partir del zéjel, el cual es un poema de origen arábigo-español, y fue inventado por el poeta ciego Muqaddam de Cabra.
El zéjel está formado por un estribillo de uno o dos versos, a diferencia del villancico, que consiste en versos hexasílabo u octosílabo.
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El origen de los villancicos, ¿cómo se transformaron de poema a canción navideña?
En la Edad Media el villancico era una composición popular en los pueblos, y fue así que tomó el nombre a partir de la palabra “Villano”, que significa persona de villa o aldea, ya que los pobladores eran quienes lo cantaban.
En sus inicios los temas de los villancicos eran sucesos locales, encuentros amorosos, labores del campo e, incluso, lamentos por la ausencia de seres queridos. En el siglo XVI la Iglesia consideró una buena idea utilizar la música como medio para crear interés en las personas y aumentar su número de fieles, por ello introdujo los villancicos.
Los villancicos en el México virreinal
Un dato curiosos es que con la expansión de los españoles, los misioneros utilizaron esta estrategia para evangelizar sus territorios –como la Nueva España– y poco a poco los hicieron populares. El primer villancico que se cantó en México se cree que fue el de “La caída de nuestros primeros padres”. Este fue el mismo caso que el teatro, que devino en el surgimiento de las pastorelas.
En México hay una serie de villancicos navideños muy tradicionales y súper populares como “El niño del tambor”, “Peces en el río”, “Mi burrito sabanero”, “Campana sobre campana”, y ni qué decir de las nuevas canciones navideñas que aunque no son villancicos sí son particularmente especiales para la Navidad, como “All I Want For Christmas Is You” de Mariah Carey.
Aunque los villancicos formaron parte de la evangelización en México (la entonces Nueva España), se convirtieron en una parte esencial de la celebración religiosa al grado que los versos de los villancicos eran controlados y autorizados por las autoridades novohispanas para evitar que surgieran villancicos profanos.
Ahora ya lo sabes, los villancicos existen desde el México Virreinal y han formado parte de la cultura a través de las generaciones. Esperamos que esta Navidad, ¡cantes a todo pulmón!
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