Por Iván Hernández
Por experiencia, nos queda más que claro que en México tiembla y, a veces, más de lo que quisiéramos. Esto es porque estamos situados en el área conocida como el Cinturón Circumpacífico donde se concentra la mayor actividad sísmica del planeta.
Nuestro país se ubica entre cinco placas tectónicas: la de Norteamérica, de Cocos, del Pacífico, de Rivera y del Caribe; mismas que están en constante interacción y que al chocar generan movimientos telúricos.
Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Colima y Jalisco son los estados con mayor sismicidad.
En cuanto a la Ciudad de México, es el receptor sísmico de los estados mencionados debido a que se encuentra lo suficientemente cerca de ellos.
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REGIONES SÍSMICAS EN MÉXICO
Entre otras clasificaciones por sismicidad, la República Mexicana puede dividirse en tres regiones:
Sísmicas: Son aquellas donde se presentan sismos con mayor frecuencia. Están localizadas al sur y suroeste del país, y abarcan los estados de Colima, Michoacán, Guerrero, Morelos, Oaxaca, sur de Veracruz, Chiapas, Jalisco, Puebla, Estado de México y Ciudad de México.
Penisísmicas: En ellas se presenta un menor número de sismos. Abarcan la Sierra Madre Occidental, las llanuras de Sonora, Sinaloa, Nayarit, así como la región transversal que va del sur de Durango al centro de Veracruz.
Asísmicas: Aquí los sismos son escasos o prácticamente nulos. Se sitúan en el norte y noreste de México, en casi toda la península de Baja California y en la península de Yucatán.
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VALLE DE MÉXICO
Aunque la Ciudad de México se encuentra ubicada en la zona B, las condiciones del subsuelo del Valle de México la dividen en tres zonas sísmicas:
Zona I, firme o de lomas: Se localiza en las partes más altas de la cuenca del valle y está formada por suelos de alta resistencia, poco sensibles a los movimientos telúricos.
Zona II o de transición: Presenta características intermedias entre la Zonas I y III.
Zona III o de Lago: Se ubica en las regiones donde antiguamente se encontraban lagos, como el de Texcoco o el de Xochimilco. El tipo de suelo consiste en depósitos lacustres muy blandos y con altos contenidos de agua, lo que favorece la amplificación de las ondas sísmicas.
En promedio, en México ocurren:
Sismos de magnitud mayor o igual a 7.5: 1 cada 10 años
Sismos de magnitud mayor o igual a 6.5: 5 cada 4 años
Sismos de magnitud menor o igual a 4.5: 100 cada año