Tener miedo es frecuente en los niños, incluso tú tenías miedo a la oscuridad, los payasos, al lobo feroz, los insectos, los fantasmas, y la lista es tan larga que pasaríamos horas mencionándolos. La pregunta es, ¿cómo ayudar a un niño a afrontar sus miedos?
Primero. Evita tener miedo a no saber cómo afrontar los miedos de un niño. Como cualquier otra emoción, sentir miedo hacia un objeto en específico es normal y por tanto una condición común que afecta a muchos.
De acuerdo con el Departamento de Medicina de Stanford, el que los niños tengan miedo es parte de su desarrollo. Si aprenden a dominar el miedo en esas etapas, les ayudará a ser competentes de adultos.
Desmenuzando los miedos de los niños
Los menores de un año pueden tener miedo a los objetos que se les acercan, a los ruidos repentinos o extraños que aún no reconocen y también podrían tener miedo a las personas que no forman parte de su círculo, en caso de que no convivan con otras.
Conforme crecen, los niños podrían tener miedo a quedarse solos, ya que su vínculo principal son sus padres.
Para los niños de entre 3 y 5 años, el miedo se extiende a los animales, los insectos, la oscuridad, entre otras cosas. Es en esta etapa cuando los niños aún no diferencian lo que es real de lo que no. En algunos casos, las pesadillas se hacen tan presentes que se cree son verdaderas.
A partir de los 6 años, los miedos de los niños se centran en una situación social, respecto de si le agradarán a otros, si tendrán amigos, etc.
Para los 7 años, los miedos suelen ser una sugerencia de lo que ven en pantallas, películas y series. Entre los 10 y 12 años, los niños suelen temer a las alturas, a los delincuentes, a los niños mayores, al enojo de los padres, etc.
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Cómo ayudar a un niño a afrontar sus miedos
Es importante no obligar a un niño a enfrentar su miedo. Cuando un niño siente miedo, trata de sintonizar con sus emociones del momento, no con las tuyas.
Mantén las cosas en perspectiva y no te enfades con él o ella por tener miedo, realmente muchos miedos normales desaparecerán con el tiempo y la prueba es que tú los superaste.
Recuerda que los niños pueden reaccionar a su miedo de distinta manera dependiendo de cómo fue que lo adquirieron, desde tener una experiencia aterradora previa, un miedo heredado, la observación de la reacción del miedo de otras personas, su temperamento, etc.
¿Qué hacer?
- Controla la exposición del niño a la televisión o al celular, especialmente cuando se acerca la hora de dormir.
- Hablar del miedo lo ayudará a compartir la carga de miedo que tiene. Recuerda no hacerle burla o menospreciar sus sentimientos.
- Palabras mágicas. Cuando un niño tenga miedo pronuncia la frase: “todo estará bien”, mientras le tomas de la mano o le das unas palmaditas en el pecho.
- Encuentra formas que le funcionen al niño a afrontar sus miedos desde su punto de vista. Por ejemplo, si el niño tiene miedo a la oscuridad, podrías colocar una luz de noche, mantener la puerta entreabierta o asignarle la tarea a un peluche de cuidador de niños.
- Buscar distractores puede ser también una manera de que su atención no esté enfocada en el miedo.
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¿Has escuchado que los niños son como esponjas? Sí, aprenden todo lo que ven de las personas a su alrededor y más de sus padres. Si afrontas tus miedos de manera afectiva y con control, de manera inconsciente te estarás enseñando al niño a lidiar con sus propios miedos.
En caso de que los miedos de los niños interfieran en sus actividades diarias, busca ayuda profesional.
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