Lo que el espacio nos revela en la astrología

Desde tiempos inmemorables, los seres humanos hemos volteado a ver el cielo tratando de encontrar señales que nos ayuden a entender lo que estamos viviendo. De hecho, se tiene registro de que diferentes culturas han estudiado el movimiento de los cuerpos celestes desde por lo menos 2 mil años antes de Cristo.

Al conjunto de conocimientos que se han reunido a partir de esta observación, se le llama Astrología. La Astrología Occidental, que es la más popular actualmente, tiene sus orígenes entre los siglos XIX y XVII antes de Cristo, cuando se empezó a desarrollar en Mesopotamia, desde donde se expandió hacia la Grecia antigua, Roma, el mundo islámico y luego a Europa.

La Astrología se basa en la ley metafísica que establece que “como es arriba, es abajo”, o sea que si hay algún suceso en el cielo, quiere decir que es la representación de un evento que está sucediendo en la Tierra.

Estudia la correlación que hay entre los cuerpos celestes y los objetos animados e inanimados de la Tierra. La Astrología es el origen de la Astronomía, con la que durante muchos años estuvo unida en una sola ciencia. Ahora, la Astronomía es una ciencia objetiva que estudia distancias, medidas, magnitudes, velocidades, ubicaciones, etc., y que se basa en observaciones hechas con ayuda de instrumentos como el telescopio.

La Astrología, por su parte, es un estudio de lo que esos cálculos astronómicos revelan en la experiencia humana subjetiva. En ese sentido, no es una ciencia ni un vehículo de predicción. Su propósito no es limitar ni culpar a un planeta equis de lo que sucede, sino comprender la revelación de lo que ese planeta en cuestión representa, para poder vivir con más perspectiva y, por lo tanto, con un mejor uso del libre albedrío.

La herramienta principal de los astrólogos es la Carta Astral, también conocida como “horóscopo”. Se trata de una representación simbólica del cielo, que incluye la posición de los cuerpos celestes en un momento determinado. A través de su análisis, se puede hacer una interpretación de las tendencias energéticas de una persona, un evento o cualquier manifestación que se dé en el espacio y el tiempo. De igual forma, es posible determinar qué tipo de temas se volverán relevantes en el futuro.

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Los cuerpos celestes, sus características principales, posiciones y movimientos han sido estudiados para entender su correspondencia con temas comunes en la experiencia humana. Estos son sus significados generales:

El Sol nos representa como los personajes que vinimos a interpretar a esta existencia y, como es la fuente de energía ubicada en el centro de nuestro sistema solar, en astrología también representa la fuerza vital y creadora que se halla en el centro de cada uno de nosotros. Representa nuestra esencia; desde ahí nos expresamos creativamente y con total autenticidad. El signo donde está el Sol es la manera en la que nos vamos a conocer. Representa al self, al “yo mismo”.

Órbita: El Sol pasa aproximadamente un mes en cada signo y tarda un año en recorrer los doce signos del zodiaco.

Representa nuestra manera de sentir, el tipo de relaciones afectivas que construimos y las necesidades emocionales que debemos cubrir para ser felices. Se asocia con cualidades femeninas y nutritivas. Representa la infancia y la relación con nuestro propio cuerpo. También simboliza nuestros instintos. Es símbolo de las madres y de los afectos maternales. La Luna representa las conexiones con el pasado.

Órbita: La Luna tarda 28 días en recorrer toda la rueda del zodiaco.

Es el planeta de la comunicación, el aprendizaje, la inteligencia, el pensamiento, el intelecto, las habilidades y los códigos en general. Señala la coordinación entre la mente y el cuerpo. Se le relaciona con la actividad mental. Simboliza el gusto por aprender y la curiosidad.

Órbita: Le toma 88 días completar una vuelta.

Es el planeta de las relaciones y del matrimonio; se le relaciona con el amor. Representa el ideal de belleza y gracia, la atracción y la cooperación. Está asociado con el tema de la autoestima, la relación con el dinero y la calidad de nuestras relaciones personales.

Órbita: Tarda 225 días en completar su recorrido por el zodiaco.

Es el planeta de color rojo intenso de nuestro sistema solar. Representa la energía primaria y el arquetipo del guerrero o la guerrera. Simboliza la facultad de autoafirmación y el instinto de supervivencia. Muestra nuestro lado asertivo y cómo conseguimos lo que queremos de la vida. Sugiere energía y vitalidad.

Órbita: Tarda casi dos años en recorrer todo el zodiaco.

Es el planeta más grande del sistema solar. Representa la idea de expansión, la capacidad para la aventura y la exploración, así como el desarrollo del conocimiento hasta alcanzar la sabiduría. Representa la suerte, pero también el riesgo por una sobreconfianza. Simboliza la fe en la vida y la apertura ante las oportunidades.

Órbita: Se tarda alrededor de doce años en recorrer el Zodiaco, por lo que visita durante más o menos un año a cada signo.

Debido a que en la antigüedad se creía que era el planeta más remoto, simboliza la noción de los límites. Se le relaciona con el esqueleto, el cual da forma al cuerpo, y con la piel, que le proporciona el límite que le protege del mundo. Se le asocia con la autodisciplina y el deber. Representa el sentido del deber y la responsabilidad.

Órbita: Se tarda entre 28 y 30 años en completar su órbita alrededor del zodiaco.

Se descubrió en 1871 gracias a la invención del telescopio. Cuando se descubrió, estaban sucediendo avances tecnológicos y profundos cambios sociales, como la revolución industrial, por ejemplo. Debido a esto, simboliza la tecnología moderna y los cambios radicales. Representa la actitud progresista y ese lado de nosotros que tiene una visión que estamos dispuestos a expresar, aunque eso implique atrevernos a transgredir los límites.

Órbita: Le toma 84 años darle una vuelta completa al zodiaco.

Fue descubierto en 1846. En esa época se utilizó por primera vez el éter en cirugía y surgió un interés por las experiencias espirituales o las que se situaban más allá de la conciencia normal. Neptuno se relaciona con el mundo de la fantasía, la imaginación y los sueños. Representa la meditación y la oración, así como la vida espiritual.

Órbita: Se tarda 165 años en recorrer todo el zodiaco.

Fue descubierto en 1930 y se le relaciona con la escisión del átomo, que permitió la creación de armas nucleares. Se le vincula con la experiencia del poder a través de experiencias asociadas a la vida, la muerte y la sexualidad. También representa el renacimiento o renovación que surge de la destrucción.

Órbita: Le toma 248 años recorrer la rueda del zodiaco.

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Los doce signos del zodiaco son divisiones imaginarias del espacio en un círculo llamado eclíptica. La eclíptica es un camino a través del espacio celeste que todos los planetas parecen seguir. En un círculo hay 360 grados y hay 12 signos, cada uno de los cuales ocupa un espacio de exactamente 30 grados.

Aries es el nombre que se da al primer sector de 30 grados del espacio que empieza con el equinoccio de primavera. A partir de ahí, se presentan los demás signos en este orden: Tauro, Géminis, Cáncer (que inicia con el solsticio de verano), Leo, Virgo, Libra (que comienza con el equinoccio de otoño), Escorpión, Sagitario, Capricornio (que arranca con el solsticio de invierno), Acuario y Piscis.

Está representado por el carnero. Es un signo cardinal (líder). Es de Fuego (apasionado) y está regido por Marte. Rige la cabeza.

Da arranque a la rueda del zodiaco y empieza con el equinoccio de primavera en el hemisferio norte y con el de otoño en el hemisferio sur.

Algunas de sus características son: iniciador, competitivo, impulsivo, entusiasta, valiente, independiente, dinámico, dominante, irritable, violento, intolerante, arrogante, inconstante.

Está representado por el toro. Es un signo fijo (estable). Es de Tierra (pragmático) y está regido por Venus. Rige la garganta, las cuerdas vocales y la tiroides.

Algunas de sus características son: paciente, conservador, sensual, estable, confiable, práctico, artístico, leal, obstinado, lento, posesivo, avaricioso, materialista.

Está representado por los gemelos. Es un signo mutable (cambiante). Es de Aire (lógico) y está regido por Mercurio. Rige los pulmones.

Algunas de sus características son: cambiante, sociable, curioso, adaptable, expresivo, agudo, inventivo, hábil, inteligente, inestable, atolondrado, inquieto, distraído, inconstante.

Está representado por el cangrejo. Es un signo cardinal (líder). Es de Agua (sensible) y está regido por la Luna. Rige el pecho y el estómago.

Empieza con el solsticio de verano en el hemisferio norte y con el de invierno en el hemisferio sur.

Algunas de sus cualidades son: maternal, hogareño, responsable, receptivo, emotivo, patriota, protector, hipersensible, preocupón, nostálgico, manipulativo, inseguro.

Está representado por el león. Es un signo fijo (estable). Es de Fuego (apasionado) y está regido por el Sol. Rige el corazón.

Algunas de sus características son: dramático, idealista, orgulloso, ambicioso, creativo, digno, generoso, juguetón, seductor, optimista, banal, egocéntrico, egoísta, vanidoso, pretencioso.

Está representado por la virgen. Es un signo mutable (cambiante). Es de Tierra (pragmático) y está regido por Mercurio. Rige el intestino.

Algunas de sus características son: trabajador, detallista, observador, metódico, dedicado, exigente, limpio, crítico, quisquilloso, ideático, escéptico.

Está representado por la balanza. Es un signo cardinal (líder). Es de Aire (lógico) y está regido por Venus. Rige los riñones.

Empieza con el equinoccio de otoño en el hemisferio norte y con el de primavera en el hemisferio sur.

Algunas de sus características son: cooperativo, persuasivo, pacifista, refinado, diplomático, prudente, artístico, sociable, inconstante, apático, indeciso.

Está representado por el Escorpión. Es un signo fijo (estable). Es de Agua (sensible) y está regido por Plutón. Rige los genitales.

Algunas de sus características son: penetrante, sensible, compasivo, determinado, profundo, analítico, intenso, vengativo, obsesivo, reservado, receloso, celoso.

Está representado por El Arquero. Es un signo mutable (cambiante). Es de Fuego (apasionado) y está regido por Júpiter. Rige la cadera y los muslos.

Algunas de sus características son: franco, filosófico, aventurero, valiente, generoso, optimista, justo, religioso, estudioso, argumentativo, charlatán, desenfrenado, brusco.

Está representado por la cabra montés. Es un signo cardinal (líder). Es de Tierra (pragmático) y está regido por Saturno. Rige los huesos, en especial las rodillas, la columna vertebral y los dientes.

Empieza con el solsticio de invierno en el hemisferio norte y con el de verano en el hemisferio sur.

Algunas de sus características son: cauto, maduro, responsable, perfeccionista, convencional, eficiente, tradicional, práctico, trabajador, frío, impositivo, fatalista, melancólico.

Está representado por el aguador. Es un signo fijo (estable). Es de Aire (lógico) y está regido por Urano. Rige el sistema circulatorio.
Algunas de sus características son: ingenioso, tolerante, organizado, sociable, humanista, progresivo, científico, lógico, intelectual, altruista, frío, cerrado, excéntrico, impersonal.

Está representado por dos peces. Es un signo mutable (cambiante). Es de Agua (sensible) y está regido por Neptuno. Rige a los pies.

Algunas de sus características son: misericordioso, caritativo, compasivo, sensible, desapegado, espiritual, artístico, pesimista, deprimido, indolente, fantasioso, evasivo.

La que quizá es la composición musical más famosa influenciada por la astrología, es The Planets, una pieza creada por el británico Gustav Holst (1874–1934). Sus siete movimientos están basados en las características de los siete cuerpos celestes que se pueden percibir a simple vista: el Sol, la Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno.

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