Cuando la ciencia y la industria de la belleza se unen, pueden obtener resultados sorprendentes, especialmente cuando el objetivo es revivir fragancias que podríamos considerar extintas o, incluso, que tal vez nunca cruzaron por la mente de nuestros antepasados. Esto lo pudo lograr Future Society, una casa de perfumería que ha mezclado la biotecnología para revivir especies extintas de flores.
La flora puede extinguirse por muchos factores, incluyendo la desaparición de especies animales. Tal es el caso de la orbexilum stipulatum, una planta floral que crecía en Rock Island, Ohio, que se extinguió a lado de los búfalos que habitaban la zona. Esta se encontraban en las cataratas de la región y no se ha encontrado una sola especie desde 1881.
Los búfalos esparcían las semillas al cruzar por la Rock Island durante su migración, sin embargo, ese fue eliminado por completo en un proceso de cacería no regulada, por lo que la orbexilum dejó de florecer. Aunque la planta no “regresó a la vida”, el proceso utilizado por Future Society nos puede dar una idea del tipo de aroma que esta emitía, gracias a un método específico de investigación genética.
La premisa para obtener estas notas es muy similar a la utilizada en la página de Ancestry, donde el usuario puede encontrar los orígenes de sus ancestros al mandar un tubo de ensayo con saliva. En este caso, se utilizan especímenes que se hayan preservado de alguna forma de estas flores extintas, para rastrear moléculas de aroma que podrían permanecer en estas y replicarlas.
Las especies extintas fueron facilitadas por el Herbario y Museo Botánico de la Universidad de Harvard, donde se conservan algunos remanentes de plantas y flores extintas. Estas deben cumplir algunas características específicas, como estar preservadas en buen estado, pues el ADN se desgasta con el paso del tiempo.
Si bien, esto no garantiza que el proceso se pudiera llevar a cabo de forma exitosa, la posibilidad de lograr resultados positivos resultaba bastante tentadora para el equipo de investigación, incluyendo a Jasmina Aganovic, fundadora y CEO de Future Society, quien declaró a CNN que valía la pena el esfuerzo.
Al final no sabíamos si este ejercicio de desextinción iba a funcionar, así que probarlo fue un juego de números.
El procedimiento utiliza fragmentos pequeños de las especies extintas, que son llevadas a un laboratorio, donde son sometidas a procedimientos que las degradan para reducirlas solo al ADN de estas plantas.
Los especímenes reales son pequeños fragmentos que se llevan al laboratorio y se someten a una serie de reacciones químicas para degradarlos y garantizar que todo lo que quede sea el ADN.
El siguiente reto fue encontrar las partículas aromáticas de las flores, pues al separar el ADN, se conservaban todas las fragancias posibles, no solo las agradables.
Olía como si algo hubiera pasado por una cortadora de césped, porque se obtiene todo: no solo los pétalos fragantes, se obtiene el tallo de la planta, las hojas, quién sabe qué más… No se obtiene solo la genética de la flor en el pétalo, ¿verdad? Es toda la genética.
Pero la investigación no solo se apoyó en la ciencia, también se involucró la mano de expertos en perfumería para descifrar las notas que valían la pena extraer de cada espécimen. Esto ayudó a encontrar los químicos dentro de estas esencias y la botánica para encontrar posibles descendientes o parientes de estas especies.
Cabe destacar que ya se han desarrollado varios perfumes de distintas especies extintas, dentro de la colección llamada Future Society’s Scent Surrection, donde se pueden obtener 6 fragancias: Invisible Woods, Grassland Opera, Haunted Rose, Reclaimed Fame, Floating Forest y Solar Canopy, con un precio base de 98 dólares.
No cabe duda que la ciencia ha logrado resultados muy interesantes en la industria de la belleza, como sucede con este proyecto de Future Society, donde se han utilizado flores extintas para crear alta perfumería.
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