En la actualidad vemos a George Clooney como toda una estrella del cine de Hollywood, sin embargo, la carrera del actor de 63 años no tuvo un inicio fácil en la década de los 90. En ese entonces, brincar de la televisión al cine era una hazaña lograda por unos cuantos, y Clooney comenzaba a tener renombre por la serie ER (Urgencias).
El éxito de esta serie le abrió las puertas a George en la pantalla chica, mientras que en el cine, se dio a notar con sus primeros trabajos, como Del crepúsculo al amanecer, Un día inolvidable y El pacificador. En 1997 todo empezó a complicarse, cuando el papel que lo podía convertir en estrella casi arruina toda su carrera, con el estreno de Batman & Robin.
La película dirigida por Joel Schumacher fue un desastre en taquilla, y fue severamente criticada por su terrible guion, pésimas actuaciones, el vestuario (que destacaba por incluir pezones en los pectorales de los protagonistas), y un tono humorístico que caía en lo meloso. Este rotundo fracaso en taquilla acabó con la franquicia por mucho tiempo.
No pasó mucho tiempo para que George Clooney fuera coronado por los fans y por la crítica como “la peor caracterización de Batman en el cine”, describiendo su actuación de Bruce Wayne como “insípida”. Esto, sumado a momentos que caían en lo ridículo, como la batitarjeta de crédito, y los pésimos chistes de Mr. Freeze, hicieron que la película recibiera una crítica carente de piedad.
Con este fracaso en una etapa tan temprana de la carrera de Clooney, los estudios comenzaron a señalarlo como un actor que no tenía las herramientas para la pantalla grande, sugiriendo que se mantuviera en televisión. En aquel momento, los directores de Hollywood le cerraban la puerta, pues no solo el fracaso de Batman & Robin lo perseguían, también había un estigma de contratar a actores de televisión en grandes producciones cinematográficas.
Este tomo más fuerza hacia George Clooney que con el resto del elenco, pues el actor fue señalado como responsable del mal recibimiento de la película ante los fans, por lo que las productoras preferían mantenerse al margen de contratarlo.
Después de ‘Batman & Robin’ me di cuenta de que me iban a responsabilizar de la película, no solo de la actuación.
Al mismo tiempo, el director Steven Soderbergh llevaba una lista de varios fiascos en el cine, y al juntarse para trabajar la intención de triunfar y hacer un gran guion se convirtió en su única prioridad. De este modo, comenzaron a trabajar en lo que se transformó en Un romance peligroso (Out of Sight), que fue aclamada por la crítica y representó un nuevo comienzo para ambos.
Steven venía de un par de fracasos y yo venía de Batman & Robin y ambos necesitábamos un éxito. En cierto modo, teníamos la espalda contra la pared.
Al día de hoy, Geroge Clooney tiene una fotografía enmarcada en su oficina de él con el traje de Batman, como un cuento con moraleja que le recuerda que no debe aceptar papeles solo por la posibilidad de un éxito comercial.
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