San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, es una de las ciudades más románticas del mundo. También es reconocida como Pueblo Mágico, cuya riqueza radica en su diversidad étnica y tradición colonial, que muestra sus tesoros arquitectónicos en edificaciones de los siglos XVI, XVII y XVIII.
Sus fiestas populares, ceremonias y procesiones forman parte de la historia del lugar, cuyos orígenes se remontan a principios del año 1500, aunque se conservan matices de un pasado aún más antiguo, descendiente de los antiguos mayas y su imponente civilización.
Tradición con mucho sabor
Fruto del mestizaje, la gastronomía de San Cristóbal de las Casas es una odisea de sabores únicos dentro de una atmósfera colonial. Aquí, nos encontramos con maravillosos ingredientes procedentes del patrimonio español, las comunidades indígenas, la selva Lacandona y la herencia de recetas milenarias.
Es un paisaje gastronómico que nos invita a perdernos en un mundo de sensaciones. Y no hay mejor manera de dejarnos llevar por estas delicias que de la mano de la chef Marta Zepeda, en su bello restaurante Tierra y Cielo.
Marta es una de las más activas promotoras y difusoras de la cocina mexicana, y en particular de este, su estado natal; es la embajadora culinaria de Chiapas por excelencia, y actualmente, presidente de Tesoros de Chiapas, mientras que Tierra y Cielo es miembro de Tesoros de México, el increíble club de calidad que reúne magníficos hoteles y restaurantes alrededor del país.
En el 2007, abrió este restaurante de cocina regional de Chiapas que capitaliza la riqueza cultural, las tradiciones y los recursos naturales del estado
La arquitectura de vanguardia en una casona del centro histórico de San Cristóbal de Las Casas crea el espacio ideal para rescatar y promover la cocina de Chiapas con una visión dual, fusionando lo tradicional y lo moderno.
Aquí, nos encontramos con platillos espectaculares, como el mole coleto, el cual tuve el placer de disfrutar con camarones preparados a la perfección. Al probar este delicioso manjar, los tonos picantes, dulces y amargos culminan en una impresionante complejidad de sabores.
Otra joya culinaria es el aguachile de pepita, que nos sorprende con su propuesta única y sabores inesperados. Es elaborado con camarón fresco de la costa de Chiapas, carne ahumada, cebollas asadas, cilantro criollo y caléndula.
En Tierra y Cielo, la gastronomía es un arte digno de los dioses. La pasión y el amor de Marta Zepeda por las tradiciones culinarias de Chiapas es palpable en cada platillo. En este bello ambiente colonial, descubrimos la veracidad de las palabras de Harriet Van Horne, quien decía: “Cocinar es como el amor. Se debe ingresar con abandono o no hacerlo en absoluto”.
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