El impacto cultural del Rock en México lo llevamos en la sangre, pues desde el contexto histórico de este género musical, resuena con la opresión vivida desde los tiempos de la conquista haciendo paralelismo con los antecedentes que cimentarían las bases de esta música que nos lleva a la época previa a la guerra de secesión en los Estados Unidos, donde los afroamericanos vivían en esclavitud a merced de un “amo”, trabajando día y noche sin descanso con el riesgo de ser azotados en caso de incumplir con los deseos de su supuesto patrón, donde en un grito de desesperación comenzarían a buscar desahogo y refugio en la música, naciendo así en principio el blues y el gospel tras finalizar la guerra que terminaría por abolir la esclavitud, inspiradas en canciones de trabajo, los gritos de campo, el minstrel, el ragtime y la música de iglesia, combinada con las canciones populares y folclóricas de la “gente blanca”, pues esta apropiación cultural eventualmente se invertiría, pues después de Robert Johnson y Chuck Berry llegaría Elvis Presley, dándole otro giro al género, al grado de convertirse en el Rey. Con estos paralelismos nos damos cuenta que el origen social del Rock resuena con tanta facilidad con la juventud mexicana, con un inicio humilde y rebelde, tratándose de liberar de la opresión de la autoridad, que constantemente coloca barreras y obstáculos para privar del derecho a la autonomía, llegando en respuesta la Escuela de Música Del Rock a la Palabra.
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Es así como Guillermo Briseño jamás pensó en los galardones que obtendría la Escuela de Música Del Rock a la Palabra, pues desde el origen de esta parecía inconcebible la escalinata que ha alcanzado la cuna del Rock en México, principalmente ahora que ha logrado adquirir la certificación en la carrera de Técnico Profesional en Música de Rock por la Secretaría de Educación Pública (SEP), lo que se traduce a que ahora sus egresados saldrán de la academia con cédula profesional.
En la Escuela de Música Del Rock a la Palabra se han formado ya varias generaciones de músicos capaces, con una comunidad de exalumnos brillante que sigue unida a la galardonada academia, cuyo objetivo va más allá de la ejecución correcta de los instrumentos enseñados, pues de igual forma, Guillermo tiene un fuerte objetivo de lograr que los estudiantes también aprendan a componer sus propios temas, siendo la composición una prioridad dentro del programa de enseñanza de la Escuela del Rock.
Sumando a esto, Guillermo también parte de la experiencia propia para preparar a los alumnos al complicado ambiente del Rock Nacional, pues los llamados “caimanes” están a la orden del día, tratando de facilitar eventos para los jóvenes talentos tan solo con promesas de “difusión” o el clásico “te pago con chelas”, así que Briseño comparte sus vivencias para que los estudiantes conozcan el manejo adecuado de estas situaciones, de las que seguramente se van a enfrentar.
Así es como la Escuela de Música del Rock a la Palabra celebra 16 años de vigencia, con un aire fresco y renovado, preparando a sus alumnos para vivir al máximo el Rock and Roll de forma gratuita a cualquiera que busque vivir del mundo de la música.
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