Nunca ha sido un secreto que la princesa Diana en algún momento tuvo problemas de alimentación, pero ahora su exchef, Darrren McGrady, quien trabajó para ella durante cuatro años, reveló algunos detalles, hasta ahora desconocidos, después de superar ese complicado episodio en su vida.
En una colaboración del chef con la revista de cocina Delish, McGrady aseguró que, cuando llegó a la vida de Diana, ella ya había estado bajo un tratamiento relacionado con la bulimia. Para ese entonces, se encontraba recuperada, de hecho, en sus últimos años de vida tuvo una reconciliación con la comida.
“Es un error pensar que no le gustaba comer, ¡Sí le gustaba! Superó esa bulimia y recuperó su vida” En ese momento, lo único importante para Diana era que sus comidas fueran saludables. Tras superar la bulimia, la princesa de Gales comenzó a hacer ejercicio y buscó que sus alimentos fueran libres de grasas”.
“Tú cuida las grasas y yo cuidaré los carbohidratos en el gimnasio”, dijo al chef sobre sus conversaciones con la princesa.
Diana tuvo una influencia en la forma de comer en el palacio y una vez que se recuperó de los problemas alimenticios, las mesas enormes con banquetes desaparecieron. Cuando ella desayunaba sola, regularmente “la princesa venía a comer a la barra de la cocina, preparaba un plato para ella, ordenaba la cocina mientras platicaba conmigo”, aseguró el chef.
Este gesto causó que Darren calificara esa actitud de inaudita, pues ningún otro integrante de la familia haría algo así. Por otro lado, el hombre reveló que los pimientos y berenjenas rellenas eran los platillos favoritos de la Princesa, algo que el chef preparaba para ella. En cuanto a los postres, a Diana le encantaba en budín de pan y mantequilla, aunque siempre lo hacía en pequeñas porciones.