La pequeña ciudad de Forte dei Marmi se encuentra en una posición única entre la espectacular cadena montañosa de los Alpes Apuanos –deslumbrante con depósitos de mármol blanco que dan la ilusión de la nieve– y el reluciente Mar Tirreno.
Las familias ricas y nobles de la Toscana y el norte de Italia se han enamorado de este santuario desde el siglo XIX. Viajeros sofisticados de toda Europa se enteraron del paraíso cultural y social que ofrece esta ciudad costera, y prestigiosos hoteles y villas glamurosas diseminaron el área, creando un ambiente rico y tranquilo de jardines llenos de flores, parques exuberantes, famosas casas de moda y un desfile continuo de celebridades, artistas y diplomáticos.
De molino a hotel boutique
Ubicado en las colinas de los Alpes Apuanos, Il Bottaccio es un bellísimo hotel boutique, miembro de la prestigiosa colección Relais & Chateaux. Este molino de aceite de oliva del siglo XVI se ha transformado ingeniosamente en un paraíso para los viajeros gourmet. Il Bottaccio aún conserva muchas de sus características originales, como la gran rueda de agua que movió las piedras de molino, aplastó las aceitunas y llenó las antiguas cubas de decantación de aceite que todavía son visibles en la propiedad.
El arte es una parte esencial de la vida en Il Bottaccio, cuyos elegantes interiores están adornados con una hermosa selección de pinturas de época, muebles antiguos y esculturas.
Sabores del mediterráneo
La cocina del restaurante del hotel también crea obras de arte a través del talentoso chef Nino Mosca. Combinando tradición e innovación, el cocinero italiano crea platos exquisitamente presentados, rebosantes de los sabores y aromas únicos de las cercanas montañas de Apuania y el mar Mediterráneo. Inspirado por la combinación de fragancias marinas y los sabores penetrantes del bosque, el chef evoca la ubicación geográfica única de la casa y reconoce, en cada plato, la existencia de un sabor sutil e invisible, hecho de percepciones, sensaciones y emociones, así como los ingredientes de belleza, ritmo y poesía innatos de su propia herencia napolitana.
Il Bottaccio está a solo minutos de las canteras de mármol de Carrara, ricas en encanto e historia y donde Miguel Ángel buscó la “piedra perfecta"; las ciudades de Florencia y Pisa, conocidas por su atmósfera gótica medieval y temprana; Lucca, que a través del Festival de Verano Internacional, da la bienvenida a artistas de renombre mundial; el Festival Puccini, en Torre del Lago, que ofrece a los amantes de la ópera las mejores obras del maestro de la música; y la “Via dell’Amore”, el camino romántico que avanza a través del Parque Nacional Cinque Terre, un Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, y la hermosa ciudad costera de Portofino.
“Soy una oda a mi tierra nativa: Toscana” – Andrea Boccelli