Para empezar a animarlos, les dejo 2 razones para hacerlo ya, sí o sí.
1. Para decirle adiós a mi viejo yo y empezar a buscar prendas que me encaminen hacia el cumplimiento de mis obejtivos.
2. Para liberar todo eso que tenemos ahí atascado… Son emociones, pensamientos! Así que hay que abrirle paso a nuevas prendas, nuevos cortes, colores… Pero sobre todo, a nuevas energías y experiencias.
¿Pero cómo empiezo?
1. Mentalizate para desprenderte y dejar de acumular. Mente fría y el objetivo bien puesto. La acumulación de cosas tiene que ver con la saturación mental. Así que borren el sentimiento, recuerdo o significado de cada prenda.
Empieza por sacar toda esa ropa que no has usado en más de un año. Porque que creen, que ahí se va a seguir quedadndo. Y además, solamente usamos el 15% de nuestro clóset.
Haz 3 montones de ropa. En el primero pones lo que ya está roto, desgastado y de plano ya no tiene remedio… En otro montón, toda esa ropa a la que le tienes que hacer ajustes, coser botones o subir bastillas… Y en el último, todo lo que no te ayude a proyectar tu nueva imagen.
Haz una lista de lo que te hace falta para ayudarte a lograr tus objetivos. Haciéndote una pregunta clave: ¿dónde estoy y qué quiero proyectar? Porque es momento de empezar a comprar con conciencia.
Reordena. Házlo por temporada, colores o categorías y acomoda todo lo más a la vista posible para que no te olvides de nada… Y por favor compren unos buenos ganchos para que la ropa les dure mucho más tiempo.
Y recuerden que la imagen es disciplina. Pónganse las pilas porque la gente nos ve y crea juicios de nosotros ¡en menos de 7 segundos! Así que ustedes piensen de qué manera quieren ser percibidos.
Como te ven te tratan... Vístanse para el éxito.