Un sábado, que podría haber sido considerado un fin de semana cualquiera, se volvió una mañana llena de inspiración, creatividad y agradecimiento, con destellos mágicos para un grupo de niños entre 5 y 12 años. Así es como lo vivimos quienes organizamos y participamos en este taller de arte infantil, cuyos resultados asombrosos compartimos con ustedes, así como lo hicimos con los padres de estos niños de la Fundación Comedor Santa María.
Entre la naturaleza, se colocaron mesas de trabajo con lienzos de gran formato, hechos con sacos de azúcar, para que cada niño plasmara con pinturas de colores, usando pinceles, brochas, manos y elementos de la naturaleza, imágenes que los habían inspirado y deseaban compartir. Claro que también toco el niño artista que simplemente quería experimentar el resultado de tocar la pintura, y su deseo de saber que pasaba al poner un color sobre la tela del lienzo. Independientemente de la fuente de inspiración de cada uno, todos se divirtieron y se enfocaron a poner, a su manera individual, “manos a la obra”.
Figuras básicas y cotidianas, como lo son un sol, corazón o autorretrato, fueron el primer resultado del acercamiento que quisieron plasmar los niños. Pero al paso del tiempo, dejaron la mano del artista nato que llevan dentro, guiarlos más allá de lo conocido, y sus figuras se unificaron con los de su compañero, dando vida a lo abstracto y experimental. Letras, huellas y salpicones de pintura, transformaron por completo lo que inicio como una obra individual, en un cuadro que hablaba del poder de la expresión artística grupal.
Entre la concentración y las risas, había quienes decidieron tomarse unos minutos de descanso (corriendo, brincando, jugando: siendo niños), mientras otros, apasionados por el resultado que veían, no podían despegarse de la obra y continuaban pintando.
Estos niños de escasos recursos, y que, gracias a la labor incansable del Comedor, logran alimentar su cuerpo sanamente día con día. Sin embargo, este día en particular, toco afortunadamente a A de Arte alimentar su alma y hacer de ellos los protagonistas importantes de una obra de arte, a la cual le dieron vida.
Los invitamos a compartir con nosotros su obra preferida, y apoyar causas que inspiren a los niños, y al niño interior que todos llevamos dentro.
Agradecemos a Revista Central por este espacio invaluable y al Comedor Santa María por confiar en nosotras.
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