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Realidades y mentiras de la película “Los dos Papas”

Esta temporada vale la pena volver a ver la película protagonizada por Anthony Hopkins (Joseph Ratzinger) y Jonathan Price (Jorge Mario Bergoglio). Te revelamos qué hechos sí sucedieron y cuáles son producto de la imaginación del director Anthony McCarten.

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Bergoglio, ¿el más deseado?
Dentro de la trama se dice que Jorge Mario había competido muy de cerca con Ratzinger durante el conclave del 2005, y que sólo se quedó unos cuantos votos atrás de convertirse en Papa. Lo cierto es que, hasta el 2012 no figuraba en la lista de los eventuales papabiles, porque era considerado viejo para el cargo, al tener más de 75 años, se apostaba entonces por un Papa más joven. Ni siquiera fue considerado después de la renuncia de Benedicto XVI en 2013, su nombre nunca apareció entre los favoritos. Siempre se habló del brasileño Odilio Scherer, el canadiense Marc Ouellett y el italiano Angelo Scola.

El lado oscuro de Bergoglio
Lo que sí muestra de forma fidedigna la película es un capítulo oscuro en la vida del papa Francisco. Sucedió durante la dictadura argentina de 1976, cuando los jesuitas Orlando Yorio y Francisco Jalics fueron detenidos y torturados durante cinco meses por militares, ellos acusaron a Bergoglio de no haberlos defendido, pese a haber prometido hacerlo. Francisco ha asegurado que se reunió con Jorge Videla y Emilio Massera para interceder por ellos, pero no tuvo éxito. Yorio, quien ya falleció, nunca lo perdonó, mientras que Jalics se reconcilió años después con Bergoglio y se reunió con él luego de haber sido elegido Papa.

La relación entre Ratzinger y Bergoglio
La historia se remonta al 2012, siete años después de que Benedicto XVI fuera elegido Papa y muestra supuestos encuentros privados entre él y quien en aquel entonces era el cardenal Bergoglio. Se supone que Jorge Mario viajó a Roma para renunciar a la arquidiócesis de Buenos Aires. Pero no existe, hasta la fecha, ningún registro de que esas reuniones se hayan realizado, ni de que Bergoglio se opusiera a la posición conservadora de Benedicto XVI, y de algunas decisiones y practicas de la Curia. También cuesta trabajo creer que Ratzinger y Bergoglio hayan podido pasar tanto tiempo juntos sin esta rodeados de sus sequitos eclesiásticos.

La sensibilidad de Ratzinger
Cercanos a Benedicto XVI hablan de un hombre estricto, duro y hasta hiriente, mientras que en la película se humanizó al máximo. Se muestra una figura estricta pero consecuente y hasta sensible. Esta teoría dista mucho de lo que hablan quienes pudieron convivir con él. El cansancio y hartazgo, más los señalamientos de miles de fieles descontentos por la pederastia no castigada dentro de la institución católica orillaron al alemán a renunciar como Papa.

Verdades o imaginación, lo cierto es que vale volver a ver Los Dos Papas y comprender un poco mejor las fortalezas y debilidades de dos personajes icónicos en la historia de la humanidad: Benedicto XVI y Francisco.

Aquí el trailer: