Nadie esperaba que 2020 viniera con tantos retos como los que hemos encontrado. Lo que es seguro es que estos desafíos requerirán nuevas habilidades. La situación que estamos viviendo nos obliga a encontrar respuestas diferentes y, por lo tanto, maneras de pensar innovadoras.

En este sentido, los humanos tenemos la creencia de que la tecnología enriquecerá nuestra vida, pero lo que nos preguntamos es: ¿cómo encontrar el balance perfecto?

Para esto, platicamos con Daniel Marcos cofundador y CEO de Gazelles Growth Institute, compañía líder de educación ejecutiva en línea, y con María Quintanilla Mijares, especialista en psicología infantil y terapeuta familiar.

Cambio irreversible

Daniel Marcos nos explica que la tecnología es un acelerador de muchas cosas, tanto buenas como malas: “Hay gente que está optimista, pero otros tienen una perspectiva muy negativa. En realidad, tendremos las dos partes, veremos algunas cosas buenas y también habrá cosas negativas”, asegura.

¿Cuáles son los cambios irreversibles que tendremos en la vida social? En su opinión, todos los aspectos de nuestra vida cotidiana van cambiar y al que se adapte más rápido le irá mejor. En su caso, por ejemplo, la consultoría en línea se ha acelerado dramáticamente.

“Desde tu casa hasta tu escuela, pasando por el entretenimiento, todos los espacios. Por ejemplo, hemos cambiado el cine por Netflix, incluso ya hacemos cenas virtuales”, nos dice Daniel.

“Plataformas como Zoom llegaron para quedarse, la realidad es que ellos han hecho una cosa espectacular. La plataforma ha crecido 30 veces más en apenas dos meses, llegando a más de 300 millones de usuarios concurrentes”, señala.

Agrega que el dueño de Zoom es chino y por lo tanto, Estados Unidos no va a dejar que ellos controlen una plataforma que todos usamos tan seguido. Daniel considera que habrá una guerra de empresas estadounidenses de tecnología, lo cual le va a pegar muy duro en términos de competencia.

“Creo que el ser humano siempre ha encontrado la manera de hacer estas conversiones. El mundo de hoy es espectacularmente mejor al que había antes gracias a los cambios tecnológicos”, explica.

Un delicado balance

Al igual que Daniel, Maria Quintanilla ve que la tecnología ha evolucionado muy rápido en las últimas décadas y que si bien no estará al alcance de todos, poco a poco será más accesible y abarcará a más grupos poblacionales.

¿Pero cómo podemos crear un balance en el uso de estas nuevas tecnologías? María nos explica que el ser humano es un animal social y nuestro bienestar depende del contacto físico y visual con los demás, de nuestros vínculos y de estar juntos.

Agrega que, en ese sentido, si la usamos correctamente, puede ayudarnos a mantener esos vínculos: “Por ejemplo, gracias a estas nuevas formas de comunicación ahora tú y yo estamos hablando, que de otra manera no se hubiera podido lograr”.

“Pero debemos recordar que esto es un medio, un vínculo para estar en contacto con los demás, pero no es un fin en sí mismo”, comenta María. “Hay que diversificar los tiempos y maneras que pasamos con los demás para compensar los tiempos y no abusar de estos recursos”.

En la opinión de ambos expertos, la gente que es disciplinada podrá encontrar un balance. El secreto para una vida balanceada está en la disciplina. Esto es una responsabilidad de cada uno de nosotros.

A los pacientes de María la tecnología les facilita consolidar el sentido de pertenencia. Si es bien utilizada, les permite aumentar su autoestima y pueden usarla como herramienta de creatividad, información, y autoconocimiento.

“Si no es posible que los niños estén con otros niños, las plataformas virtuales se convierten en una excelente opción”, explica.

“A los adolescentes les permite identificarse con gente de su edad, que usen su mismo lenguaje, y así saber cuál es el TikTok de moda, poderlo hacer y estar en la tendencia. Es una parte importante en el desarrollo social sobre todo a esa edad”, señala María

“Y los adultos, por ejemplo, han creado comunidades de apoyo por medio de las videoconferencias. Para mí, la tecnología crea puentes que intentan mejorar la calidad de vida”, destaca.

La psicóloga considera que con la tecnología solo ha cambiado la forma de nuestras interacciones, pero no el fondo: “El mismo adolescente se puede convertir en un delincuente, solo que ahora podrá hacerlo a través de las redes sociales. Lo importante es regresar al crecimiento personal en familia”, afirma.

La vida laboral

En la opinión de Daniel Marcos, la tecnología está avanzando mucho más rápido de lo que la sociedad se está adaptando, pero con el tiempo tendremos que aprender y diseñar un modelo adecuado a nuestras necesidades.

Nos comenta que mucha gente dejará de viajar por trabajo: “En mi caso, por ejemplo, me contactaban y me decían: ‘Vuela para tal ciudad, te pago el triple’. Me pasaba casi dos terceras partes del mes viajando en avión... Ahora llevo 80 días sin moverme del escritorio y el negocio está facturando incluso más de lo que facturaba antes. Mucha gente se va a acostumbrar a usar más esta opción”.

A Daniel le da mejores resultados trabajar desde casa tan solo por el simple hecho de no tener que transportarse en el coche y pasar ahí dos horas al día: “Me encantaría tener una oficina a la que fuera solo un día a la semana. Por decir, el martes vamos todos a la oficina, hacemos juntas y ya cada quien se lleva su trabajo a casa. Creo que eso de ir a la oficina cinco veces a la semana también ya se va a acabar”.

“Hay gente que va a saber cómo adaptarse a esto y por ejemplo, te va a rentar oficinas del tipo We Work, en donde pagas por los días que la usas”, comenta Daniel, quien considera que la educación en línea también llegó para quedarse y cambiará dramáticamente la forma en que aprendemos.

En el caso de las familias con niños, María Quintanilla recomienda que los papás les permitan el uso de la tecnología en momentos estratégicos, por ejemplo, si ellos están haciendo home office o van a estar ocupados: “Hay que ser selectivos con los momentos del día en que sí la necesitamos y otros en los que no, por ejemplo, a la hora de la comida”.

En la salud

Si bien es cierto que podemos ver los beneficios de la tecnología en muchos ámbitos, especialmente en lo educativo y lo laboral, también veremos cambios en el ámbito de la salud.

“Si vemos el sistema médico, el 70% de los hospitales hacen diagnósticos. ¿Pero para qué tienes que ir a un hospital a que te den un diagnóstico y luego aparte que el doctor se equivoque?”, dice Daniel.

Él cree que cada vez se harán muchos más aparatos para hacer diagnósticos en casa, cuestiones como analizar saliva o sacar sangre: “Posiblemente los aparatos van a estar conectados a un servicio como Amazon y simplemente te dará un diagnóstico y te dirá qué medicina tomar”, explica.

Impacto económico

Daniel afirma que los robots y la inteligencia artificial le ayudarán al ser humano a ser mucho más productivo: “La tecnología es una herramienta poderosísima y vamos a generar mucho más dinero. Va a ser posible trabajar menos horas a la semana y ganar lo suficiente para vivir bien”.

Otro cambio en la economía se dará en el sector inmobiliario: “Las empresas que se dedican a remodelar las casas tendrán muchísimo trabajo, ya que la gente está pensando seriamente en hacerle cambios a su hogar para poder estar más tiempo en él y más cómodos. Antes tenías que estar en la ciudad para ir a trabajar a un lugar, pero ahora te puedes ir a un pueblito más barato y tener una casa con jardín, porque vas a trabajar por internet. Todos estos cambios son irreversibles y se basan en la tecnología”, afirma Daniel.

Finalmente, María Quintanilla visualiza cómo será nuestra relación con la tecnología de aquí en adelante: “Esta es una creación del ser humano que va evolucionando con nosotros, es un proceso de ida y vuelta, de retroalimentación, porque es un producto de la mente humana y de la sociedad en su conjunto”.

“Pero la tecnología mal usada también puede ser muy peligrosa. Es como por ejemplo el fuego: puede servirnos para calentar la comida, el hogar, etc. pero también puede causar mucha destrucción. Se trata de una de nuestras creaciones, así que su uso es lo que va a definir si ofrece resultados positivos o negativos”, afirma María.

Redes sociales:
Daniel Marcos: Ig @growthinstitute
María Quintanilla Mijares: Ig @crecetriskel