Por Iván Hernández

Si pasas el día esperando un mensaje suyo, no es que no le importes o que te esté siendo infiel; por el contrario, podría ser algo bueno para su relación.

De acuerdo con un artículo publicado por la psicóloga e investigadora Theresa DiDonato de Loyola University Maryland, entre más mensajes reciben las personas, más se sienten obligadas a contestarlos.

A la larga, esto podría convertirse en un patrón de dependencia y generar más problemas en la relación.

DiDonato considera que las parejas que se escriben demasiado, incluso más de lo que hablan en persona, pierden la interacción entre ellos, así como la confianza para abordar temas complejos, molestias u otra clase de malentendidos.

Concluye que entre menos mensajes intercambien las parejas y más conversaciones profundas tengan, serán más estables. Suena lógico, ¿cierto?

Es probable que tu pareja no te escriba tanto porque no lo considera necesario y que prefiera disfrutar de una buena conversación contigo presente.

¿Ustedes qué creen?