Gonzalo Prous y Alba Higueras llegaron de España para abrir este local al más puro estilo barra castiza madrileña, pero con un toque de diseño.

La cocina no tiene artificios y además está a la vista, reinando en un espacio diáfano con una extensa barra de mármol. Aquí “lo que mola” (como dicen en Madrid), lo chido, es sentarse en la barra. Aunque también existe la opción clásica de mesa baja y sillas de madera.

Pero lo que importa en este lugar no es el diseño, si no lo que Gonzalo hace en los fogones. Un joven chef toledano que pisó por primera vez México a finales de 2019 y que entre sus referentes figura una larga estancia como chef de La Cabra en Madrid (galardonado con una estrella Michelín).

Carta breve, variada y de temporada. El plato estrella son sin duda las sardinas en espeto, un plato muy sencillo y muy malagueño. “En España es un producto humilde, aquí he comprobado que no se consume, si no que se da de comer con ello a los atunes. Afortunadamente me hice con el proveedor adecuado para que no me falten a diario”.

Otro de los hits son las almejas a la marinera, donde se hace obligatorio “mojar pan”. El tomate semidulce es otro de los platillos que no dejan de salir de cocina.

Croquetas de jamón, camarón a la llama, tortilla de patatas con pimientos, lomo curado o unos crujientes torreznos, son clásicos que no pueden faltar en una “barra española”.

Los arroces, de mariscos, verduras o meloso de conejo, se preparan en platos individuales forjados en hierro.

Los pescados cambian según la oferta del mercado y se preparan a la espalda con ajada. Punto perfecto para no esconder la calidad del producto.

Para los carnívoros, dos recetas tradicionales de paciente elaboración: el cordero lechal encebollado (ya limpio y fácil de comer) y el pollo en pepitoria, plato insigne de la cocina madrileña que solía prepararse con gallina, yema de huevo y almendras.

Tarta de Santiago, arroz con leche y milhojas son los postres de temporada. ¿Quién dice que no?

Las referencias vinícolas son sencillas. Para el aperitivo recomiendan cava Tutumba, Jerez o vermú. Opciones originales como los vinos de Mallorca Quibia o Ánima negra nos alegran el alma mientras Gonzalo nos anima el estómago.

Un área del espacio en Vera está destinada al servicio de bebidas y mixología.

Vera promete ser el próximo rincón gastronómico donde rezarás por conseguir una reserva. conócelo en
Alfonso Reyes 101, Hipódromo Condesa.