Por: Brisa Granados
Raúl Alejandro Escajadillo Peña nació hace 47 años en Mérida, Yucatán, y saltó a lafama entrada la década de los 80 por su participación en el programa de televisión Chiquilladas.
Después de pasar por varias bandas, entre ellas Kenny y los eléctricos, en 1989 fundó Aleks Syntek y la gente normal, acompañado por León Chiprut en la guitarra y Michel Rojkind, ahora reconocido arquitecto, en la batería.
Syntek está promocionando su séptimo álbum como solista, Trasatlántico, conformado por 16 temas que fueron éxito en la época de los 80, iconos del new wave español, entre ellos: “El ataque de las chicas cocodrilo”, “Yo no me llamo Javier”, “Si yo fuera mujer”, y “Lucha de gigantes”. Once de esas canciones son duetos de Syntek con sus intérpretes originales: David Summers (Hombres G), Javier Lozada (Veni Vidi Vici), Javier Ojeda (Danza Invisible), Tego Calderón, Nacho G. Vega (Nacha Pop), Ana Torroja (Mecano), Rafa Sánchez (La Unión), Ana Belén, Patxi Andion y Javier Gurruchaga. “Si en la década de los 80 me hubieras dicho ‘vas a grabar con Ana Torroja, David Summers, Rafa Sánchez’, me daba un tiro de la impresión. Esta generación me impactó fuerte, el rock mexicano se vio influido por lo que llegó de España, allá estaban viviendo una época muy oscura por la dictadura de Franco, y tenían mucho qué decir y reclamar socialmente. En México todo era muy tradicional, los boleros, las baladas románticas. A mí me abrió otros horizontes, dije ‘se puede escribir diferente con una metáfora y poesía contemporánea, y mucho más atrevida’. Son canciones maravillosas y vale la pena que la Generación Z y los millennials las descubran”, confesó el artista.
Para grabar el disco Syntek viajó a Madrid y cada uno de los artistas invitados fueron visitándolo uno a uno en el estudio de grabación. “Fueron con mucha gratitud y alegría, muy amorosos y sencillos, a pesar de sus trayectorias, viejos sabios divirtiéndose como niños. Si en algo se parecen es que no han dejado de ser niños. Me llevaron a pasear y al mercado a comer mariscos. Había estado en Madrid varias veces pero que me lo presentaran desde los ojos de ellos fue increíble, pocos tienen el lujo de hacerlo”, aseguró Syntek.
Desde marzo, Aleks es parte de la gira 90’s pop tour, en la que comparte escenario con OV7, Fey, Erik Rubín, JNS, Litzy, Caló y The Sacados. Él nos explica cómo compaginará dicha gira y la promoción de Trasatlántico. “Es algo muy divertido, con todo un ejército de artistas en un escenario que jamás se había visto en México por el tipo de producción. No me quiero perder eso, menos ahora que vamos a varios estados de Estados Unidos. Hay que atraer al público de allá que sólo piensa lo urbano”.
NO MÁS REGUETÓN,¡POR FAVOR!
Sobre este ritmo, Syntek opina: “No estoy en contra de ningún género musical; por ejemplo, a mí me encanta Tego Calderón y El General, precursor del reguetón. El problema es que ahora se haya mimetizado la música. Cuando era jo- ven todos los grupos del new wave trataban de hacer cosas diferentes, nadie era igual a nadie. Me preocupa que hay una gran carencia a nivel cultural y social, y no tendría que criticar algo que el público ha elegido democráticamente, pero creo que es por ignorancia, porque no han escuchado otras posibilidades. Me parece superdramático que los artistas de baladas y pop salgan de sus géneros y vean como única salida grabar duetos con artistas reguetoneros, hay mucha desesperación. También me preocupa el contenido misógino, la falta de valores espirituales. La música debe ser desafiante, excitar tus sentidos, provocarte y no sólo anestesiar tus emociones. Yo no podría ser fan de alguien que presume sus relojes, autos caros, chicas sensuales, las casotas en Miami, se me hace terrible, una cultura muy vulgar”.
DE TAL PALO, TAL ASTILLA
Sobre el talento de su hijo Matías para tocar el piano, el orgulloso papá dice: “Me emociona ver cómo va descubriendo su afinidad por la música, su pasión. Yo no le he impuesto a mis hijos ser artistas, pero él ha decidido hacerlo, y me rebasa porque a sus siete años lo veo tocando como yo lo hacía a los 15. Él trae cualidades superiores”.
Para finalizar Aleks nos contó qué le diría a aquel niño de 13 años que iniciaba su carrera en Chiquilladas: “Disfruta cada momento, no te pierdas de cada proceso. El objetivo no es lo importante sino el trayecto. El tiempo cura todo, te educa. De jóvenes somos muy soberbios, los artistas cuando empezamos pecamos de soberbia y de vanidad, y la vida te va dando tus trancazos para poner las cosas donde corresponde”.
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